¿Tu peludo no huele del todo bien? Esto puede deberse a muchos factores, como el sudor, la suciedad o problemas de hongos. Si está descartado que padezca algún tipo de enfermedad cutánea, lo más probable es que se haya revolcado por dónde no debía.
En ese caso toca asearlo bien. Toma nota en este artículo de algunos trucos infalibles para evitar que un perro huela mal.
Mantén su hocico y sus oídos aseados
El hocico y los oídos son dos zonas que habitualmente producen mal olor en los perros. Una higiene constante en estas partes ahuyentará los hedores. ¿Pero cuál es la mejor forma de hacerlo? Veamos.
La limpieza dentro de sus orejas
Debes tener en cuenta que los oídos son un punto muy delicado, por lo que hay que realizar la limpieza con cuidado:
- Primero debes conseguir una gasa estéril. Puedes encontrarlas en cualquier farmacia.
- Recubre tu dedo con la gasa. A continuación introdúcelo en el conducto auditivo del can con mucho cuidado y sin aplicar presión.
- Gira el dedo muy lentamente para intentar limpiar las paredes internas del oído.
- Repite la operación con una gasa nueva en el otro lado.
Otro punto crítico es su hocico, ya que los canes utilizan esta parte de su cuerpo para explorar su entorno.
Una boca con aliento fresco
La boca es una parte especialmente maloliente. Cuando los dientes del perro no se cepillan, el sarro se acumula y hace que emane un olor desagradable. Por suerte, hay varias formas de evitar ese mal aliento.
Lo más fácil es comprar alguna pasta dental específica para canes o crear una casera con bicarbonato y perejil. Para limpiar sus dientes puedes utilizar un cepillo que ya no uses o hacerlo con tus propios dedos.
Sea como sea, no olvides establecer una rutina diaria o semanal. Esto te servirá tanto para el aseo de su boca como a la hora de alisar su pelaje.
Un cepillado regular alejará los malos olores
Un correcto cepillado es fundamental para el aseo canino. Esto elimina el pelo muerto y ayuda a deshacerse del polvo y de la suciedad que pueda acumular tras un paseo o un día ajetreado. Además de limpiarlo podrás deshacerte de enredos y nudos, los lugares donde más se acumula la suciedad. Pero, por encima de todo, el ritual del cepillado reforzará la relación entre tú y tu compañero peludo.
No obstante, antes de establecer esta rutina es importante que sepas qué tipo de pelaje tiene tu perro y consultes cuál es el tipo de cepillo más adecuado para su raza. También debes tener cuidado a la hora del baño, pues si te excedes puede ser contraproducente.
Evita bañarlo en exceso
Los baños son necesarios para mantener a tu peludo aseado, pero ten cuidado, ya que no es bueno pasarse. Los canes poseen una grasa natural en la piel que les protege del entorno. Si los bañamos con demasiada frecuencia conseguiremos un efecto inverso al deseado y comenzará a oler peor.
En caso de que se haya ensuciado en alguna zona concreta de su cuerpo, podemos echar mano de un paño mojado. Pero ahora te preguntarás: ¿y entonces cómo sé cada cuanto debo bañar a mi perro por completo?
¿Con qué frecuencia es aconsejable bañar a un perro?
El tiempo que debemos dejar pasar entre baño y baño dependerá del tipo de pelaje del can. Por lo general:
- En perros de pelo corto: es suficiente con darles un baño cada mes y medio.
- Si es un perro de pelo largo: lo ideal es bañarle una vez al mes. En estos casos es recomendable utilizar un acondicionador o suavizante específico para canes, con el fin de evitar enredos.
- Perros de pelo duro: lo mejor es asearlos cada dos o tres semanas.
- Perros de pelo rizado: la frecuencia de baño de estos peludos es de una vez cada 20 días.
Cuando los higienices ten en cuenta que, si añades vinagre de manzana al champú que utilizan habitualmente, su buen aroma se mantendrá por más tiempo.
Seca y perfuma para evitar que tu perro huela mal
Un secado incorrecto también puede provocar malos olores, por lo que es importante que no descuides esta última parte del aseo. Muchas veces una toalla normal no termina de secar al can por completo y, si intentamos utilizar un secador humano, pueden asustarse. ¿La solución? Adquirir un secador profesional para perros. Son herramientas silenciosas que te serán de gran ayuda a la hora del baño. Una vez el peludo esté seco, lo siguiente es aplicarle un perfume casero con ingredientes totalmente naturales.
Crea un agradable perfume cítrico para tu peludo
Puedes hacer este perfume tú mismo con elementos que seguramente tienes en casa. Solo sigue estos pasos:
- Consigue un bote con spray.
- Agrega una base de agua destilada.
- Añade una cucharada de aceite de almendras.
- Súmale una cucharada de glicerina.
- Para un agradable aroma a cítrico, finaliza con el jugo de ½ limón o de una naranja.
Ahora solo necesitas agitar la mezcla para que se junten todos los ingredientes y ya puedes utilizar este perfume, que no irritará la piel de tu perro.
¿Y si deja algún rastro de mal olor en casa?
Una vez que has dejado a tu peludo oliendo a limones, es hora de eliminar cualquier aroma desagradable que se haya instalado en el hogar. Céntrate en los rincones donde suele acumularse el pelo y en los elementos del entorno más cercano del can, como su cama, su ropa y los juguetes que utiliza. A la hora de aromatizar, lo mejor es un ambientador neutro.
Pese a todo, debes tener en cuenta que la educación es tan importante como la limpieza. A través del refuerzo positivo lograrás que su comportamiento sea el adecuado. Prémialo o dedícale palabras de aliento cada vez que te obedezca y no se suba a los sofás o a los sillones.
Y bien, cuéntanos cuál es tu experiencia: ¿alguna vez has tenido que soportar los malos olores de tu compañero de aventuras? ¿Cómo sueles asearlo y con qué frecuencia?