Dieta de exclusión para perros

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Al igual que los humanos tenemos alergias alimentarias, nuestros peludos también las padecen, pero con ciertas diferencias. Esta es, precisamente, la función de una dieta de exclusión en perros, ser el diagnóstico y tratamiento para esta patología.

Toma nota de las claves que os damos en este artículo para entender como es la alergia alimentaria en los perros y como realizar una dieta de exclusión de forma adecuada.

Características de una alergia alimentaria

Estas son reacciones inmunomediadas a proteínas alimentarias ocasionadas por una reacción inadecuada del sistema inmune. La tendencia actual es denominarlas “reacciones adversas al alimento” en vez de alergia.

Muchas personas ajenas al mundo de la veterinaria esperarían que la alergia alimentaria en perros fuese similar a la de humanos, de presentación muy aguda y repentina. Pero no sucede así, los perros tienen respuestas crónicas.

Los principales alérgenos alimentarios en perros son la ternera, los lácteos, el maíz, la soja, el trigo y el pollo.

¿Qué es una dieta de exclusión?

Como el propio nombre indica es una dieta que no tiene ninguna proteína en común con la dieta vigente del animal. Así, en caso de tener una alergia alimentaria los síntomas remitirán.

De este modo se puede confirmar si el perro tiene algún tipo de alergia o de intolerancia que le provoca problemas de salud. Uno de los más habituales es la dermatitis alérgica de origen alimentario. También se están viendo que muchas diarreas crónicas tienen origen alérgico ya que remiten con una dieta de exclusión.

Aunque existen test serológicos o intradérmicos no se consideran diagnósticos. Por lo tanto, los veterinarios suelen preferir las dietas de exclusión para perros para detectar este tipo de reacciones. El motivo es que este método ha demostrado ser uno de los más fiables (90% de sensibilidad).

¿Cómo funciona una dieta de exclusión?

Hay tres estrategias para llevarla a cabo:

  1. Dietas con proteína novel: Se trata de una dieta con proteínas que no coma el animal en su dieta, premios o comida casera habituales. Ya que desaparece la proteína que provoca la alergia, los síntomas terminan remitiendo. Algunas de las más utilizadas son caballo, avestruz, conejo, etc.
  2. Dietas hipoalergénicas: Dietas cuyas fuentes de proteínas son relativamente comunes pero que están hidrolizadas. Este proceso es una digestión parcial que reduce el tamaño de estas proteínas hasta que no puedan ser detectadas por los anticuerpos del sistema inmune. No obstante, no se hidrolizan lo suficiente para ser totalmente inocuas (ya que la hidrólisis es un proceso muy caro).
  3. Dietas analergénicas: En este caso las proteínas están totalmente hidrolizadas hasta alcanzar un tamaño tan pequeño que no reaccionan con los anticuerpos y no producen alergias alimentarias.

Para los curiosos, el punto de corte entre las hipoalergénicas y analergénicas está en los 10kDa de tamaño. Estas forman parte de un protocolo diagnóstico que se denomina exclusión-provocación. Consiste que una vez han remitido los síntomas se reintroduce la dieta anterior para comprobar que efectivamente era una alergia alimentaria.

Otra opción es introducir las proteínas una a una para poder descartar a qué proteínas se es alérgico y a cuáles no.

Cómo realizarla correctamente

Una dieta de elimnación puede no funcionar si no se aplica de forma adecuada porque la sensibilidad del intestino es muy alta. Por eso, es muy importante realizarla correctamente. Las claves generales que debes tener en cuenta para lograrlo son:

  1. Mantén esta dieta durante un mínimo de 8 semanas, que es el tiempo necesario para que el organismo del can elimine las proteínas alergénicas y la respuesta inmune. Pasado este tiempo, el especialista podrá evaluar si hay mejoría a nivel cutáneo y/o gastrointestinal.
  2. Debes tener claro que, mientras el perro siga esta dieta, solo puede comer alimentos hipo – alergénicos. Nada de premios, ni golosinas. Tampoco barritas para el sarro ni medicamentos o pastas con saborizantes.
  3. No caigas en el error de pensar que una gama alta de alimentos o la preparación de comida casera evitará – con total seguridad- la aparición de alergias. Aunque sea comida de calidad puede contener el alimento fuente del problema.
  4. Introduce esta dieta de manera progresiva para evitar problemas estomacales. De este modo menguarán también las probabilidades de que el perro rechace los nuevos alimentos.
  5. Algo muy importante que debemos tener en cuenta, es si el pienso que demos lleva trazas de otras proteínas no mencionadas entre los ingredientes (las trazas por ley deben ir notificadas). Estas, pese a estar en cantidades minúsculas son suficientes para tener la reacción adversa en nuestro animal. En caso de realizar dietas caseras, será muy importante manipular el alimento con las manos totalmente limpias y desinfectadas y con los utensilios que se utilicen también, ya que si se ha manipulado comida a la que sean alérgicos con estos, será suficiente para que tengan reacción.

Si finalmente se confirma la alergia alimentaria gracias a la dieta de exclusión, habrá que modificar definitivamente la alimentación del can con una dieta equilibrada y adecuada para él la cual no necesariamente tiene por qué ser la misma que la utilizada en la exclusión.

Opciones comerciales para una dieta de exclusión para perros

Debes tener en cuenta que la dieta de exclusión es principalmente diagnóstica lo ideal es encontrar una dieta con antígenos que no produzcan reacción alérgica, pero si es necesarios una dieta de exclusión ya sea analergénica, hipoalergénica o de proteína novel puede ser mantenida de por vida. Lo ideal es cambiar a una dieta que no produzca la reacción adversa.

Las opciones comerciales de las que dispondremos son:

  • Piensos de prescripción ya sean hipoalergénicos o analergénicos.
  • Piensos de no prescripción con proteínas distintas a las que come en la dieta original.
  • Otro tipo de formulaciones con proteínas distintas a las originales.

Además de para la exclusión, se podrán utilizar como dieta de mantenimiento.

Dieta de exclusión casera para perros

Si se desea preparar una dieta casera debemos tener en cuenta todos los alimentos que coma nuestro perro de forma habitual e introducir una proteína nueva en su dieta que sea o bien la única fuente proteica o bien parte de estas fuentes junto a otras proteínas que nunca haya comido.

Algunas carnes accesibles en el mercado que pueden servir son la de caballo, conejo, avestruz u otras menos convencionales. No requiere ninguna consideración especial distinta a las de las dietas caseras, mas allá de hacerla con ingredientes nuevos.

Por otro lado, no solo las carnes tienen proteínas, sino que los cereales y algunas legumbres también las tienen, por lo tanto, también debemos cambiar estos ingredientes. En caso de hacer la dieta con patata o zanahoria, se podrían mantener ya que pese a tener una parte proteica también, no suelen generar alergias, pero siempre debemos vigilar.

Al igual que con las dietas comerciales, además de para el protocolo de exclusión, se podrá utilizar como alimento de mantenimiento.

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