El enanismo hipofisario es una condición no muy frecuente pero que hoy en día sigue ocurriendo en perros. Se ha descrito en determinadas razas con más predisposición que en otras.
Se trata de una deficiencia en la producción de una determinada hormona, que provoca que el perro no adquiera el tamaño que le corresponde, haciendo que quede enano. Veamos en detalle cuales son las causas y qué podemos hacer para solucionarlo.
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¿Qué es el enanismo canino?
Como veníamos diciendo, el enanismo hipofisario es una condición infrecuente que se da como consecuencia de una falta de hormona del crecimiento o GH durante la etapa de desarrollo temprana de la mascota. Esto es producido por una anomalía en la hipófisis o glándula pituitaria.
Como resultado a esto, acontece una interrupción del correcto crecimiento por menor producción de factores indispensables en este proceso. Según estudios, se ha descrito con mayor predisposición en Pinscher mini, Pastor Alemán y Weimaraner.
¿Cómo saber si un perro padece enanismo? Síntomas
La edad de aparición de los signos clínicos suele ser alrededor de los tres meses, aunque al ser tan joven, no es fácilmente observable por el propietario. Como bien su nombre indica, el singo o síntoma más notable será la falta de crecimiento normal. El individuo en concreto tendrá la morfología estándar (proporcionada) de la raza pero se verá de un tamaño bastante más disminuido.
Otros de los signos que podremos encontrar en perros serán;
- Problemas dermatológicos. Esto está ligado al enanismo en la forma en la que el perro afectado mantiene por falta de desarrollo condiciones de cachorro. Es decir, habrá una retención de pelo de cachorro (aspecto de pelo blando, suave y sedoso.
- Alopecias o calvas bilaterales (en ambos lados del cuerpo).
- Piel débil, delgada y a menudo hiperpigmentada (más oscurecida de lo normal). En la piel también pueden aparecer infecciones secundarias bacterianas.
- Posibilidad de desarrollar hipotiroidismo durante la vida del animal.
- Retraso en el cierre de líneas de crecimiento óseas. En cachorros mientras los huesos van creciendo, mediante radiografía se pueden observar líneas de fisis (radiolúcidas o oscuras a la prueba) que deberían cerrarse a medida que crecen. En individuos con enanismo este proceso se retrasa en el tiempo.
- Posibles alteraciones reproductivas como atrofia de los aparatos genitales y ausencia de celo en hembras.
- Será común que se produzca retraso en la erupción de los dientes permanentes, permaneciendo los de leche o deciduos durante más tiempo.
Cómo diagnosticar el enanismo canino
Aunque se esté observando al paciente y pueda parecer obvio, el veterinario deberá hacer una anamnesis o historia clínica del paciente. Se deberán recoger los máximos datos posibles que el propietario pueda aportar.
A continuación, y como en toda patología, se deberá hacer un examen físico general del paciente, donde el veterinario podrá observar lesiones en la piel si las hay.
A continuación, se observará el reducido tamaño del animal a esa edad según raza y características y se podrá realizar alguna prueba complementaria. El análisis del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1) es el mejor modo de reflejar indirectamente los valores de la hormona del crecimiento. En los perros con enanismo este factor está reducido significativamente, siendo inferior a 50 ng/ml.
Otra forma de alcanzar el diagnóstico definitivo es mediante la estimulación de la liberación de la hormona de crecimiento utilizando xilacina o GNRH. En un animal sano, la hormona de crecimiento aumentará después de esta administración, sin embargo, en el enanismo no se produce este aumento.
Se podrá realizar una radiografía de los huesos largos del animal donde se podrá observar las líneas de fisis aún sin cerrar.
¿Tiene tratamiento el enanismo?
El tratamiento se aplicará tras el correcto diagnóstico de la enfermedad. Se aplicarán fármacos que intenten inducir la producción de hormona del crecimiento. Esto se podrá realizar con la administración de progestágenos como la medroxiprogesterona, a dosis de cada tres semanas y luego cada seis.
Generalmente mejoran los signos clínicos cutáneos antes descritos, crece el pelo de adulto y aumentan de peso.
Experimentalmente se han empezado a utilizar implantes subcutáneos de GH (hormona del crecimiento) canina, pero actualmente no están disponibles en la mayoría de países.
El pronóstico a largo plazo suele ser reservado, pues la esperanza de vida de estos pacientes suele estar disminuida (alrededor de los seis años, pero depende de varios factores). Sin embargo, te aconsejamos que en caso de dudas lleves a tu mascota al veterinario.