La enfermedad de von Willebrand es uno de los trastornos de la coagulación de la sangre que pueden padecer los perros. En este tipo de patologías falta alguno de los factores necesarios para que se pueda llevar a cabo el correcto proceso de coagulación.
En este proceso, la sangre líquida se solidifica, de forma que es posible controlar las hemorragias. Por lo tanto, cuando falla este mecanismo, el perro puede sufrir sangrados espontáneos difíciles de parar, de ahí la gravedad de esta enfermedad. Veamos más detalles sobre ella, síntomas, tratamiento y estimación de vida en los perros que la padecen.
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¿Qué es la enfermedad de von Willebrand?
Esta patología, abreviada como EvW, se define como un trastorno hemorrágico de carácter hereditario. No es una enfermedad contagiosa. En concreto, se hereda como un gen dominante, pero su expresión, es decir, el grado con el que se manifiesta la enfermedad, es muy variable. La gravedad va a relacionarse con la intensidad con la que se exprese este gen.
Por lo tanto, se encuentran cuadros clínicos distintos según el perro. Lo que se produce es el déficit de una proteína del plasma denominada factor de von Willebrand. Esta proteína contribuye al funcionamiento correcto de las plaquetas al iniciarse el proceso de coagulación. Las plaquetas son fragmentos de células que participan en la formación de coágulos.
La consecuencia de la enfermedad de von Willebrand va a ser la dificultad para coagular la sangre. Además, muchos de estos perros también van a padecer hipotiroidismo, una patología por déficit de hormonas tiroideas que parece contribuir a las hemorragias.
¿Qué perros sufren la enfermedad de von Willebrand?
En teoría, cualquier perro puede verse afectado por este trastorno, pero, en concreto, se ha descrito en un número importante de razas. Son más de cincuenta y los ejemplares enfermos pueden transmitir genéticamente y expresar la enfermedad, con independencia de si son machos o hembras.
Se ha detectado una mayor propensión a sufrir un cuadro leve de von Willebrand en razas como el Golden, el Dóberman, el Caniche estándar, el Pembroke Welsh Corgi, el Manchester terrier, el Schnauzer miniatura o el Akita.
En cambio, hay otras razas en las que se ha identificado una tendencia a que la enfermedad de von Willebrand provoque hemorragias graves. Destacan el Scottish terrier, el Pointer alemán de pelo corto, el Collie enano o el Retriever de Chesapeake.
Síntomas de la enfermedad de von Willebrand
Por suerte, en buena parte de los casos este trastorno solo provoca hemorragias leves que incluso nos pueden pasar desapercibidas. Además, estas pérdidas de sangre disminuyen según el perro va cumpliendo años. Pero, en otros ejemplares, el cuadro clínico puede ser más grave, con síntomas como los siguientes:
- Hemorragias nasales que no remiten. – Hemorragias bajo la piel y en el interior de los músculos. Podemos apreciar hematomas, sobre todo en zonas con poco pelo como el abdomen.
- Sangre en las heces, que puede ser fresca o digerida, caso en el que recibe el nombre de melena.
- Sangre en la orina o hematuria.
- Hemorragias en las encías que pueden producirse solo con que salgan los dientes definitivos.
- Sangrados tras cirugías sencillas como puede ser una extirpación de espolones.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de von Willebrand?
Cualquier hemorragia recurrente o prolongada es motivo de consulta con el veterinario. Para detectar esta enfermedad hay que extraer una muestra de sangre al perro y practicar unas pruebas sanguíneas específicas. En ellas se incluye el cálculo del tiempo de hemorragia y la prueba cuantitativa para EvW.
En este caso se efectúa una medición de los niveles de antígeno de la EvW, es decir, de la proteína de este nombre que se encuentra en valores por debajo de los normales en esta enfermedad. Un perro con una cifra baja puede manifestar síntomas, estar en riesgo de hacerlo o, al menos, será portador de esta anomalía.
También existe la posibilidad de ordenar una prueba de ADN que permite identificar a los perros afectados. Por razones evidentes, no hay que permitir la cría de ejemplares enfermos o portadores.
¿Cómo se trata la enfermedad de von Willebrand?
Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento, en buena parte, depende del tipo de hemorragia que se produzca. Cuando hay una pérdida de sangre importante la opción es ingresar al perro para realizarle una transfusión. En concreto, se le transfunde sangre entera fresca con glóbulos rojos, plaquetas y los factores de coagulación activos.
Cuando el sangrado es menos grave, en vez de una transfusión puede recurrirse directamente a la administración de plasma fresco o un concentrado que incluya el factor de coagulación que falta.
Si el perro, a la vez, padece hipotiroidismo, requerirá medicación para esta dolencia. Se trata de un fármaco que sustituye las hormonas que su tiroides no puede producir y que deberemos administrar de por vida.
Bibliografía
Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.