Esta raza, oriunda de Finlandia, hace gala de un desarrollado sentido de la vista, del olfato y del oído, condiciones que hacen de él un extraordinario perro de caza. Son ejemplares extremadamente resistentes, ágiles y tenaces a los que el trabajo que se les encomienda nunca parece asustarlos.
Si su belleza te ha conquistado debes saber que se trata de una raza difícil de adiestrar, por lo que no deberías optar por ella a menos que tengas experiencia, espacio y dispongas de un mínimo de 1 hora al día para ejercitarte a su lado. ¿Quieres conocer todos los detalles de la raza? Vamos a verlos.
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Características de la raza Osos de Carelia
El perro de osos de Carelia o laika de osos de Carelia es un perro grande y esbelto, con una silueta muy elegante. Su cabeza es delgada y con forma de cuña. Sus ojos, pequeños, marrones y muy expresivos. Sus pequeñas orejas siempre están erguidas mientras que su cola es curvada, solo la desenrosca cuando está relajado. Sus extremidades son gruesas.
¿Cómo es el temperamento de un perro de raza Osos de Carelia?
Por su fuerte temperamento no son canes aptos para vivir en zonas urbanas, de reducido tamaño o para personas sedentarias. Por su trayectoria como perros de caza o de trabajo reclaman ejercitarse a diario, como mínimo, durante 1 hora. Si dispones de jardín deberás vallarlo para evitar posibles fugas o ataques a otros animales.
Aunque su aspecto es amigable y en ocasiones se muestra muy juguetón no es un perro para tener con niños, ya que es impredecible. Es precisa una temprana socialización, desde cachorros, y el adiestramiento recurriendo a una justa combinación de firmeza y refuerzo positivo para lograr una armoniosa convivencia con estos perros.
Pese a que suelen ser bastante desconfiados y hasta agresivos con los desconocidos, establecen un fuerte vínculo con su dueño al que guardan total lealtad. Se adaptan a la perfección a los climas fríos, no así a los caluroros, que, de hecho, resultan contraindicados para estos canes.
Cuidados recomendados para el Osos de Carelia
Además de la actividad física diaria, esta raza precisa un cepillado diario, prestar especial atención a la higiene de las orejas para prevenir las otitis, hidratar con regularidad sus patas y hocico, que tienden a agrietarse con facilidad, y proveerle de 3 a 4 comidas al día para asegurarte de que obtiene las vitaminas y minerales que necesita para mostrarse saludable.
Deberás bañarlo no más de 1 vez al mes y no olvides revisar su pelaje para detectar posibles parásitos, así como espigas clavadas en sus extremidades. Sobra decir que el calendario de vacunas y de desparasitaciones debe estar al día. Ante cualquier modificación en su comportamiento deberás acudir a la consulta de tu veterinario de confianza.
Problemas de salud comunes de la raza Osos de Carelia
Estos ejemplares, como canes de gran tamaño, suelen manifestar degeneraciones articulares como la displasia de cadera a partir de cierta edad. Cabe señalar que la displasia de cadera puede deberse a defectos congénitos o al envejecimiento. Sin embargo, la mayoría de las veces se debe a un déficit de calcio y minerales.
Las enfermedades de la piel y las infecciones en ojos y oídos completan el apartado de las patologías predominantes en esta raza, que por lo general, por su genética, es muy resistente y sana.
Historia de la raza y datos curiosos
Se trata de una de las razas más antiguas de Finlandia y de la Rusia Europea. Concretamente, procede de las regiones de Komi, Udmurtia, Arkhangelsk, Yaroslayl, Karelia, Tver y del norte de Moscú. En 1947 los perros nacidos en Komi, Karelia y Arkhangelsk se unificaron para pasar a llamarse laika ruso-europeo. Los perros de osos de Carelia que llevaban criándose en Finlandia desde 1936 formaron un estándar propio.
Dicho estándar quedó fijado en 1945 y al año siguiente ya fueron registrados los primeros canes. Tradicionalmente han sido empleados como perros de caza mayor (alces, venados y hasta osos), así como perros de tiro en trineos, perros de gurdianes de las fuerzas policíacas o como asistentes de los guardabosques.
Como curiosidad, se sabe que los primeros registros escritos que aluden a esta raza datan de 1895. Fue en el Album of northem sledge dogs-laïka de A.A. Shirinsky-Shikhmatov.