Son varias las alteraciones de conducta que pueden presentar nuestros mejores amigos a lo largo de su vida, así como son múltiples las causas que pueden estar detrás de estos comportamientos. Algunos de ellos están directamente relacionados con la llamada ‘protección de recursos’, que se manifiesta cuando un perro lleva a cabo acciones defensivas u ofensivas para evitar verse privado de recursos que considera importantes para su bienestar físico y mental.
Al observar este tipo de conductas en los perros, es común que nos hagamos preguntas como «¿por qué mi perro me muerde si le quito algo de la boca?» o «¿por qué mi perro me gruñe cuando me acerco a su comida?«. Si también tienes estas dudas, nos alegra decirte que en este artículo encontrarás las respuestas que buscas para entender estos comportamientos y también algunos consejos para manejarlos correctamente. ¡Sigue leyendo y descúbrelos!
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¿De qué se trata la protección de recursos y cuando se manifiesta?
La protección de recursos se expresa cuando un perro considera que un recurso es tan valioso que puede llevar a cabo acciones o conductas agresivas para protegerlo (gruñir, enseñar los dientes o incluso morder). De hecho, esta es una de las causas más frecuentes de la agresividad en los perros, por lo que los tutores deben estar alerta a las primeras señales que indiquen que su perro se está volviendo posesivo.
En este sentido, es importante entender que la protección de recursos puede desarrollarse no solo con objetos y alimentos, sino también con personas y ambientes (o territorios). Además, la reacción defensiva u ofensiva del perro que intenta proteger dichos recursos puede dirigirse tanto a personas como a animales, ya sean extraños o conocidos (incluyendo sus tutores).
Por ello, un perro puede ejercer una conducta proteccionista cuando una persona, un perro u otro animal intentan acercarse a su territorio, a su comida, o incluso a sus humanos o seres queridos. Pero, las mismas conductas pueden aparecer cuando son sus tutores los que intentan “privarlos” de sus bienes más valiosos, como pueden ser sus alimentos o juguetes.
La protección se presenta en diferentes especies como uno de los mecanismos instintivos para asegurar su supervivencia. No obstante, este tipo de conducta se vuelve muy peligrosa en los animales de compañía, ya que pueden llegar a lastimar seriamente a otros animales y personas, principalmente a los niños y mayores. Por ello, en estos casos, hablamos de un problema de comportamiento que debe sí ser prevenido y tratado correctamente.
Mi perro me muerde si le quito algo de la boca ¿Qué debo hacer?
Aquí tenemos que diferenciar dos contextos donde los tutores debemos tomar una acción. Uno de ellos es cuando los perros nos muerden, y el otro tiene que ver con las medidas preventivas para evitar que esta situación se repita. Así que empezaremos explicándote qué debes hacer si tu perro te muerde cuando le quitas algo de la boca.
Lo primero que necesitas saber es que, si tu perro te gruñe o te muerde, en ningún caso, debes encerrarle, castigarle o regañarle. Estas acciones resultan contraproducentes pues incrementan el nivel de estrés, que ya es alto en estos contextos, y pueden provocar una reacción aún más negativa por parte del peludo.
Por ello, lo que debemos hace es actuar de la forma más serena posible para evitar fomentar un nuevo ataque y ayudar a que nuestro perro se tranquilice. Asegúrate de mantener una postura neutral, sin hacer movimientos abruptos ni mirar a tu perro directamente a los ojos. En seguida, aléjate despacio y sin darle la espalda.
En caso de que necesites quitarle el objeto ‘causante’ del ataque al perro, lo ideal es esperar a que su estrés disminuya y, luego, podrás usar golosinas u otro tipo de ‘premio’ para desviar la atención del perro de dicho objeto. Para ello, puedes hacer una especie de ‘caminito’ esparciendo las golosinas por el suelo para llevarlo a una otra habitación del hogar o a un jardín externo, por ejemplo. Una vez hayas logrado desviar su foco de atención, será un momento seguro para recoger el objeto en cuestión.
Sin embargo, si hablamos de una situación más compleja, que se repite con frecuencia o en relación a diferentes objetos, lo mejor será que busques ayuda de un profesional, quien te ayudará a establecer las pautas de tratamiento más adecuadas para este problema de comportamiento de tu perro. En este sentido, lo ideal sería recurrir a un veterinario etólogo, pero también te pueden ayudar un educador canino o un adiestrador.
¿Cómo evitar que mi perro me muerda si le quito algo?
Cuando hablamos de conductas agresivas relacionada con la protección de recursos, el mejor método de prevención consiste en una educación temprana y un adecuado proceso de socialización.
Los primeros meses de vida de tu peludo, cuando todavía es un cachorro, son el momento ideal para empezar a socializarlo, presentándole progresivamente diferentes estímulos, animales y personas, y también para enseñarle a soltar objetos, ofreciéndole siempre una recompensa a cambio de su buena conducta, que en este caso se trata de compartir sus recursos.
Durante el proceso de socialización de tu perro, además de enseñarle a interactuar de forma positiva con otros individuos, entornos y estímulos, también será clave incentivar a que aprenda a ignorar ciertos estímulos para que no reaccione de una manera exagerada al exponerse a ellos. Ello es clave para evitar, por ejemplo, que tu perro tenga mucho miedo a ruidos fuertes o que reaccione de forma negativa ante nuevos estímulos, ambientes o personas desconocidas.
Finalmente, cabe recordar también que la socialización es fundamental para que los perros logren tener la confianza y el autocontrol necesarios para mantener un comportamiento equilibrado y desarrollar la obediencia que esperamos de ellos. Cuanto mejor socializado esté un perro, menores serán las probabilidades de que desarrolle problemas de conducta y reacciones impulsivas a lo largo de su vida, lo que incluye la protección de recursos y la agresividad.