Seguro que en alguna ocasión te has dado cuenta de que tu perro, disimuladamente, se las ha arreglado para acabar encima de ti. Muchas veces sucede cuando lo acaricias y parece que se relaja y se va dejando caer.
En otras ocasiones, simplemente estáis quietos, por ejemplo, de pie esperando cruzar, cuando se te apoya contra la pierna. Es un gesto que denota su confianza contigo. Te explicamos por qué lo hace.
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La importancia del cuidador del perro
Estamos tan acostumbrados a convivir con perros que pocas veces reflexionamos sobre el extraordinario vínculo que se ha establecido entre dos especies muy distintas. Y es que el perro, para nosotros, no es un animal doméstico más. Igualmente, nosotros somos para los perros unas criaturas muy especiales.
De hecho, aunque convivan en un hogar con otros perros, nosotros vamos a ser siempre su figura de referencia, por encima de sus congéneres. Esto tiene importantes repercusiones. Por una parte, el perro va a esforzarse al máximo para hacerse entender por nosotros y, a la vez, entendernos.
Además, buscará el establecimiento de un vínculo afectivo con su cuidador, sobre todo con el principal si vive con más de una persona. Uniendo comunicación y confianza el resultado son gestos como el del apoyo del perro sobre tu cuerpo.
A tu perro le gusta estar contigo
Muchas veces el comportamiento del perro de ponerse en lo posible sobre nosotros se produce cuando lo estamos acariciando. El perro está relajado, a gusto y quiere que lo percibamos. Por eso busca el contacto al máximo. Puede ponernos las patas encima, apoyar su cabeza o dejar caer todo su cuerpo sobre el nuestro en función de la postura de inicio.
En otras palabras, se trataría de una muestra de cariño y de confianza. Podremos verla en perros de cualquier edad y tamaño, ya que, para que se produzca, tan solo es necesario que hayan establecido un buen vínculo con su cuidador. Muchos también aprovechan el momento para lamernos con cariño. En conclusión, si tu perro se apoya en ti, estás de enhorabuena.
A mi perro le gusta dormir sobre mí
La extensión de la confianza que nuestro perro nos tiene también se manifiesta sin necesidad de que siquiera lleguemos a acariciarlo. Así, si estamos tumbados en el sofá o en la cama es más que probable que, si se lo permitimos, se suba y acabe literalmente encima de nosotros.
Los perros son animales sociales y sociables que en su medio natural vivían y dormían en manada desde su nacimiento. Todos juntos soportaban mejor las condiciones atmosféricas adversas, a la vez que se protegían de potenciales peligros. El perro en casa está a salvo, pero su instinto lo lleva a buscar compañía para los momentos de descanso y sueño.
De ahí que nuestro regazo o, en general, cualquier parte de nuestro cuerpo, sea para él el mejor lugar. Junto a nosotros se siente protegido y a salvo y, a la vez, nos confiere la protección de la manada. Esto es lo que explica su afición a descansar sobre nosotros siempre que puede.
Mi perro apoya su cabeza en mí
En ocasiones lo que apoya el perro sobre nosotros es solo su cabeza. En estos casos su intención puede interpretarse en función del contexto. Valen los significados que hemos explicado, pero también puede entenderse el gesto como una petición. Por ejemplo, es muy común estar comiendo con la cabeza del perro sobre nuestras piernas.
Es su forma sutil de dejar caer que le gustaría que compartiésemos plato… Para algunos cuidadores apoyar la cabeza es un signo de dominancia. Esta interpretación se debe a que los perros, entre ellos, realizan el gesto de poner la cabeza sobre el lomo. Tradicionalmente se hablaba de que el perro que quedaba por encima era el dominante y el otro el sumiso.
Lo cierto es que este tipo de jerarquías no se dan en la relación entre perros y personas e incluso las relaciones entre los perros son mucho más transversales de lo que se acostumbra a pensar. Por lo tanto, no es correcto asumir que el perro nos quiere dominar ni mucho menos hay que reaccionar con ningún castigo hacia él.
Qué puedo hacer si mi perro se apoya en mí
Como hemos visto, se trata, en la mayoría de los casos, de una muestra de afecto. Solo si no queremos que el perro se suba al sofá o a la cama para dormir junto a nosotros tendremos que enseñarle a no hacerlo. Pero no es rechazarle el gesto de cariño, sino permitirle solo que utilice su propia cama, que pondremos cerca de nosotros.
Un caso distinto sería que el perro se mostrase agresivo, con gruñidos, enseñando los dientes o incluso lanzando un mordisco, si cuando está a nuestro lado se nos acerca otra persona o animal. A algunos cuidadores les parece gracioso, sobre todo los que conviven con perros de talla mini. Pero es una reacción que no debe consentirse nunca.
Este ejemplo no es una muestra de un vínculo sano con el perro, sino de una deficiente educación que, aunque no lo parezca, lo perjudica. Se trata de un desequilibrio que puede necesitar la intervención de etólogos o expertos en conducta canina para que el animal recupere su bienestar.
Mi perro no me muestra amor
Por último, que tu perro no se apoye sobre ti no quiere decir que no te quiera. Al igual que las personas, los perros pueden ser más o menos expresivos. Además, afectan sus experiencias pasadas. Por ejemplo, si adoptas un ejemplar que ha sido maltratado, va a necesitar un tiempo para sentirse relajado contigo.
Bibliografía
Morris, Desmond. 1988. Observe a su perro. Barcelona. Plaza & Janés.