Enfermedades transmitidas por mosquitos a perros

Más allá de que sean molestas, algunos mosquitos pueden transmitir mediante su picadura enfermedades muy peligrosas e incluso potencialmente mortales para nuestro perro. Es lo que se denomina como vectores, e incluyen también insectos de otro tipo, como las garrapatas.

Los vectores no sólo pueden transmitir enfermedades a los perros, sino que también pueden infectar a los humanos, pudiendo ocasionar enfermedades como la malaria, e incluso actuar de nexo entre animales infectados y humanos, como en el caso del virus del Nilo occidental.

Es lo que se conoce como “Enfermedades tropicales olvidadas”, que causan cientos de miles de casos de enfermedad y muerte, especialmente en países en vías de desarrollo, y supone uno de los mayores problemas de salud pública a nivel global.

Por eso, es importante conocer bien cuáles son las principales enfermedades que pueden transmitir los mosquitos a los perros. Así podrás tomar algunas precauciones, especialmente si el can pasa mucho tiempo en el campo o cerca de zonas con agua estancada.

¿Qué enfermedades pueden transmitir los mosquitos a los perros?

Entre las enfermedades que pueden transmitir los mosquitos a los perros, hay dos especialmente frecuentes: la leishmaniosis y la dirofilariosis o “el gusano del corazón“. Ambas son enfermedades que presentan un cuadro sistémico crónico, con un mal pronóstico si no se tratan adecuadamente. Para poder hacer un diagnóstico precoz es importante estar informado y conocer los síntomas más frecuentes.

La leishmaniosis canina

La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria causada el protozoo Leishmania infantum, un parásito microscópico transmitido por el mosquito flebotomo, también conocido como “mosca de la arena”, que puede afectar a canes de todas las edades y razas. Al ser una enfermedad crónica, un diagnóstico temprano es fundamental para asegurarle a nuestro perro una buena calidad de vida.

Tras la infección, el período de incubación de la enfermedad suele durar entre 3 y 18 meses. Los signos que provoca son diversos, si bien se reflejan sobre todo en la piel. Entre los más frecuentes encontramos:

  • Descamación de la piel (dermatitis acral / exfoliativa).
  • Alopecia o pérdida de pelo, sobre todo en las patas y en la cabeza.
  • Lesiones dérmicas, especialmente dermatitis localizadas alrededor de los ojos, en las orejas y en las extremidades.
  • Pérdida de apetito y de peso, pudiendo llegar, en casos extremos, a la desnutrición.

Cuando la enfermedad está muy avanzada, el perro puede sufrir también problemas renales. Debes saber que actualmente no existe una cura definitiva contra la leishmaniosis, si no que el tratamiento es de por vida, mediante la administración de comprimidos diarios de fármacos como el alopurinol o la miltefosina.

Por tanto, la mejor solución frente a esta enfermedad es la prevención, mediante la vacunación y, sobre todo, mediante el uso de collares y pipetas insecticidas para evitar que los mosquitos piquen a nuestros amigos de cuatro patas.

La dirofilariosis canina

La dirofilariosis canina, conocida popularmente como “enfermedad del gusano del corazón”, es una de las enfermedades parasitarias más graves que puede sufrir un perro. Este parásito es trasmitido por mosquitos de los géneros Culex, Aedes y Anophelesson. Para que sus larvas se desarrollen y transformen en gusanos precisa de un huésped intermediario, como el perro.

Cuando un perro sufre la picadura de un mosquito infectado, las larvas o gusanos inmaduros invaden su organismo. Una vez dentro se reproducen muy rápidamente y proliferan hacia otras partes de su cuerpo a través de la sangre. Tras un período de entre 80 y 120 días las larvas alcanzan su estado de madurez. En esta etapa los gusanos se alojan principalmente en el corazón y en los pulmones.

Una de las dificultades que entraña esta enfermedad es que sus signos no siempre son fáciles de detectar. Los síntomas más comunes en los perros infectados por las microfilarias son los siguientes:

  • Tos o disnea (dificultad para respirar)
  • Intolerancia al ejercicio, debilidad o apatía
  • Pérdida de peso y falta de apetito, lo que puede llevar a anorexia y desnutrición.
  • Taquicardia o aumento de la frecuencia cardíaca
  • Sangrado por la nariz (epistaxis) o por la boca
  • Desvanecimientos o pérdida de consciencia

Muchos individuos no presentan síntomas hasta varios días o incluso semanas después de ser infectados. Por este motivo la mejor manera de detectar estos parásitos es realizar revisiones periódicas en el veterinario.

¿Cómo evito que mi perro desarrolle estas enfermedades?

Además de la vacunación, la desparasitación regular ayudará a que el perro se infecte de estos parásitos. En el mercado hay una amplia oferta de pipetas, collares y otros productos antiparasitarios útiles para reducir el riesgo de picadura de los mosquitos que pueden transmitir los parásitos que causan estas enfermedades. Además, será muy útil si adoptamos ciertas medidas de control frente a estos insectos vectores.

En cualquier caso, tu veterinario de confianza es quien podrá ayudarte a encontrar la mejor opción para tu perro.

Consejos para repeler a los mosquitos en el hogar

Alejar a los mosquitos de nuestras vidas y de las de nuestros amigos peludos no es tarea fácil, sin embargo, teniendo en cuenta estos consejos podrás evitar algún disgusto:

  1.  Instala mosquiteras en las puertas y ventanas de la casa.
  2. Los mosquitos adoran la vegetación densa, por tanto, no dejes crecer demasiado las plantas de tu jardín.
  3. Evita mantener recipientes que puedan acumular agua, son el caldo de cultivo de las larvas de mosquitos.
  4. El repelente para insectos es un clásico que nunca viene mal, pero recuerda, los que venden para uso humano no son adecuados para perros.
  5. Con la llegada de las estaciones más cálidas habrá una mayor presencia de mosquitos, por tanto, deberás extremar las precauciones y tener mucho más cuidado a la hora de dar paseos con tu perro.

Sabemos que es imposible erradicar completamente a los mosquitos vectores de enfermedades para el perro, sin embargo, sí podemos tomar medidas de control para evitar las picaduras y la infección por estos parásitos, como la vacunación y/o la desparasitación.

Referencias consultadas:
Lima-Netto, C. (2002) “Todo sobre la Leishmaniasis Canina”. Tikal – Susaeta.
Javier Encinas Aragón, Francisco José Fernández Gómez, María Dolores Lasheras Carbajo, José Francisco Barbas del Buey (2006) “Leishmaniosis canina y humana: una visión de conjunto”. Revista «Profesión veterinaria», Vol. 16, nº63, págs. 28-33 (COLVEMA). http://www.colvema.org/pdf/leishmaniosis.pdf

Vet. Alejandro Perez Riquelme

Soy licenciado en veterinaria en la Universidad de Murcia, especializado en Fauna Silvestre y Espacios Naturales Protegidos. Guiado más por la vocación que por las perspectivas laborales reales, he realizado diversos voluntariados y prácticas en varios centros de recuperación de fauna silvestre en Europa. A pesar de no dedicarme profesionalmente a este campo en la actualidad, esta formación y experiencias me han enriquecido mucho, sobre todo a nivel personal. Actualmente trabajo en el área de la sanidad animal. Estoy especialmente interesado en la disciplina "One Health", y en concreto, en las zoonosis, esto es, las enfermedades compartidas entre humanos y animales. Nuestro perro es parte de la familia, por eso es importante cuidar de su salud, al igual que de la nuestra. Como veterinario, espero poder compartir información interesante para que conozcas las pautas para mantener a tu mascota feliz y sana.

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