Los perros tienen un oído mucho más agudo que el de los humanos, lo que les permite percibir sonidos que para nosotros son inaudibles. Además, pueden captar frecuencias dentro del espectro de ultrasonidos, que nosotros somos incapaces de escuchar. La sordera en perros es una afección relativamente común y puede producirse desde el nacimiento o desarrollarse con el tiempo.
Veamos cuáles son los factores principales que pueden originar la sordera y cuáles son los síntomas más apreciables, así como las opciones que tenemos para solucionar este problema.
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¿Por qué los perros se quedan sordos?
Los factores que pueden ocasionar la sordera canina son muy variados y pueden clasificarse fundamentalmente como adquiridos o congénitos. En el primer caso, la sordera aparece por una patología (como una infección) o un traumatismo, en el segundo está presente desde el nacimiento, y depende de factores como la raza.
Existen, además, diversos grados de sordera. Cuando es total, el perro no puede escuchar ninguno de los sonidos que se generan a su alrededor. En cambio, si es parcial, significa que todavía percibe algunos. La sordera también puede ser unilateral (sólo de un oído) o bilateral (cuando ambos oídos están afectados).
Sordera congénita
Las razas más propensas a la sordera son: el dálmata, el bull terrier, el cocker y el San Bernardo. En general, los perros blancos tienen una mayor predisposición genética hacia esta afección, lo que tiene que ver con la falta de pigmentación en el interior del oído. Esto puede provocar sordera incluso en cachorros.
Sordera adquirida
Entre las casusas más habituales de sordera adquirida destacan las siguientes:
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Una infección en el canal auditivo u otitis, que puede ser interna o externa. Un traumatismo o golpe en la cabeza del perro.
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Infestación por parásitos (especialmente ácaros), que provoquen la secreción de material que bloqueen en el conducto auditivo.
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Presencia de un cuerpo extraño en la cavidad auditiva.
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Exceso de acumulación de cera, que termina provocando un tapón.
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Por efecto adverso de algunos fármacos.
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La constante exposición a ruidos fuertes, que provoca un deterioro de los nervios del oído.
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La enfermedad del moquillo canino.
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Un tumor o neoplasia en el aparato auditivo o en el cerebro.
Si es por una infección o un taponamiento, seguramente el perro pueda recuperar su capacidad auditiva con el tratamiento adecuado. En cambio, en otras ocasiones por desgracia puede que no sea reversible. Por otro lado, la edad avanzada también predispone al desarrollo de sordera.
En cualquier caso será el veterinario quien pueda evaluar el estado del oído del perro y ofrecer un diagnóstico fiable.
¿Qué síntomas presenta un perro sordo?
Los síntomas indicativos de sordera en perros variarán según la causa que les impide oír con normalidad. Algunas de las señales más evidentes son las siguientes:
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Frecuentes sacudidas de la cabeza, lo que suele deberse a una infección de oído. Suele estar asociada con dolor en la zona.
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Gira la cabeza en varias direcciones, intentando averiguar de dónde proviene cierto sonido (cuando la sordera es unilateral).
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Costras en la parte externa de la oreja.
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Cerumen de color oscuro o incluso negro.
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Pérdida del equilibrio. El oído interno también participa en la regulación del equilibrio.
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Reacción disminuida o ausente ante los ruidos o sonidos ambientales. No atiende a nuestra llamada.
Debido a la pérdida de capacidad auditiva, es posible que el perro parezca algo desobediente o que detectes cambios en su comportamiento. Si tiene un problema de sordera no es que no te haga caso, es que no puede escucharte. Si sospechas que eso es lo que ocurre, nuestro consejo es que lo lleves con el veterinario para que pueda examinarlo bien, sólo así podrás salir de dudas.
¿Cuál es el tratamiento para la sordera canina?
Además de observar su comportamiento y estudiar su historia clínica, el veterinario realizará diversos análisis y pruebas diagnósticas, como radiografías o el test de BAER, que permitirán determinar si un perro tiene problemas de sordera, y en qué grado. En función de estos resultados, el especialista recomendará el tratamiento a seguir.
Si la sordera se debe a una simple otitis y se detecta a tiempo, lo normal es que tras la administración de antibióticos u otros tratamientos que ayuden a resolver la infección, el perro logre recuperar la audición normal en cuestión de días. Cuando hay un tapón de cera de por medio, bastará con realizar la limpieza adecuada para que nuestro amigo peludo vuelva a oír como antes.
Sin embargo, a veces no existe ningún tratamiento posible (como en las sorderas congénitas), en cuyo caso no quedará otra opción más que aceptar la situación y ayudar a nuestro amigo a tener una calidad de vida lo mejor posible
Por último, es importante recordar que el hecho de que un perro no pueda oír no significa que no esté sano o que vaya a ser más agresivo o antisocial. Con tu cariño, comprensión y cuidados, seguro que tu compañero canino pronto logrará adaptarse y tener la vida plena que merece.