La mayoría de los perros no tienen ningún problema a la hora de comer las croquetas (el pienso) que les ofrecemos. Pero hay ejemplares que muestran resistencia a aceptarlo, normalmente porque prefieren otros alimentos.
Podemos pensar que si un perro no quiere un menú es posible escoger otro y listo, pero a veces son ejemplares con alguna enfermedad para los que el pienso es parte del tratamiento. A continuación repasamos los trucos para conseguir que se lo coman.
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Escoge la comida correcta para tu perro
En primer lugar, lo más importante es que te tomes tu tiempo para elegir una alimentación de calidad. Hoy en día hay numerosas opciones para todos los bolsillos y circunstancias vitales. Así, puedes decidirte por las croquetas o alimento balanceado, por la comida húmeda, la deshidratada o una dieta casera, siempre siguiendo los consejos del profesional.
En este artículo nos vamos a centrar en las croquetas (pienso/balanceado) por ser la opción más extendida y de la que más variedades es posible encontrar. Fíjate en la lista de ingredientes y busca un alimento con la proteína de origen animal en el primer puesto. El resto de componentes deben ser sencillos y reconocibles, es decir, cereales, legumbres, verduras, hortalizas y frutas.
Presta atención, también, a las características de tu perro. El pienso que selecciones tiene que adaptarse a su edad, su nivel de actividad, su estado de salud, etc. Y, muy importante, debes respetar la ración que marca el fabricante. Una vez te decidas por un pienso, ofrécelo paulatinamente y sigue con él, salvo que veas que a tu perro le sienta mal o no lo acepta.
Cómo dar de comer a un perro
El primer truco es la forma en la que le ofrecemos las croquetas a nuestro perro. Si está comiendo diferente, debemos aclimatarlo poco a poco a la novedad. No siempre es fácil. Si está acostumbrado a la comida casera, el pienso, de entrada, puede no resultarle muy apetecible. Comienza por sustituir una pequeña parte de la ración diaria.
Aproximadamente a lo largo de una semana, ve aumentando la cantidad de croquetas para perros. Mantente firme. Es normal que el perro coma su menú de siempre y deje el nuevo. Si te da pena y caes en el error de darle más del alimento antiguo, cada vez te será más difícil que acepte las nuevas croquetas. Ningún perro sano se deja morir de hambre.
Caso distinto es que esté muy enfermo y rechace el pienso que se le da como parte del tratamiento. El veterinario tendrá que valorar las ventajas y los inconvenientes, pero para un animal muy enfermo va a ser más importante comer, lo que sea, antes que pasar hambre. Necesita estar bien nutrido.
Horario de comidas para los perros
Además de insistir en ofrecerle el pienso y no otra comida, es importante marcar una rutina. Los perros adoran la previsibilidad. Es decir, saber que, por ejemplo, a la vuelta del paseo de la mañana toca comer. Por eso hay que fijar un horario para darle su comida. Puede ser una o más veces al día, pero siempre a las mismas horas.
Se trata de ponerle el comedero durante unos minutos y retirarlo transcurrido ese tiempo. Si no come todo, se lo ofreceremos en la siguiente ración. Fuera de la comida no le podemos dar absolutamente nada. Los perros no son tontos y si comprueban que pidiendo o poniendo ojitos les cae cualquier pedazo de nuestro plato, buscarán conseguirlo, dejando el pienso.
Puedes darle algún premio comestible de vez en cuando, sí, pero formando parte de un horario o de una secuencia acción-reacción. En otras palabras, dale una galleta todos los domingos después de comer o tras ejecutar correctamente una orden como que se siente. De lo contrario tendrás un perro que pasará del pienso, pero pedirá comida todo el día.
¿Sobrealimentas a tu perro?
No es raro que los cuidadores den más pienso del que corresponde según las características y la actividad física del perro. Por desgracia, son muchos los ejemplares con problemas de sobrepeso y obesidad de los que sus propietarios no son conscientes. Dicho de otra manera, nuestro perro nos parece más de hueso ancho que gordo…
Por eso a veces el perro no come todo el pienso simplemente porque no necesita tanta comida. Recuerda seguir las recomendaciones del fabricante, pero pesa a tu perro regularmente y ten en cuenta el peso ideal que te marque el veterinario. Si se pasa, reduce la ración. Es probable que se coma todo cuando des con la cantidad justa que necesita.
Por supuesto, si el perro está en su peso ideal, comienza a dejar pienso en el comedero y ni con todos los trucos consigues que coma, hay que acudir al veterinario. Puede estar enfermo. El mismo consejo sirve si, de repente, come la ración máxima recomendada y sigue pidiendo comida.
Cómo hacer las croquetas más atractivas para el perro
Si a nuestro perro le cuesta comer sus croquetas o necesitamos que acepte unas en concreto o que ingiera más cantidad, podemos poner en práctica más trucos. Modificar su textura o su sabor son pequeñas variaciones, muy sencillas, que suelen funcionar. Destacamos:
- Agua: la opción más socorrida es mezclar las croquetas con un poco de agua fría o tibia. Si lo dejamos unos minutos las bolitas la absorberán y conseguiremos una textura blanda, más atractiva para muchos perros. Además aumentamos su consumo de agua. Si añadimos más cantidad es posible formar una papilla, por ejemplo, para cachorros o enfermos.
- Caldo: puede hacerse con carnes, pescados o verduras, siempre sin sal ni grasas o condimentos. Es otra forma de aumentar la ingesta de líquidos y de modificar tanto la textura como el sabor del pienso. Si el perro tiene alguna enfermedad, consúltalo con tu veterinario por si no estuviese indicado añadir el caldo.
- Aceite de pescado: Cuando comamos una lata de atún o sardinas, podemos guardar el aceite y rociarlo por encima de las croquetas del perro cuando le toque comer. El olor y el sabor del pescado hará que tu perro devore sus croquetas. Incluso puedes poner un poco de atún o sardinas en su comida.
Combinar las croquetas con otra comida
Por último, señalar que es muy habitual que los cuidadores recurran al truco de mezclar las croquetas del perro con comida casera apetecible para el perro, como carne, embutidos o huevo. Es muy probable que así se anime a comerlo, pero hay que saber que no es una práctica que se recomiende sostener en el tiempo.
El motivo es que son alimentos que requieren diferentes tiempos de digestión. Esto puede hacer que aparezcan problemas digestivos. Por eso para evitarlos es más recomendable centrarse en las pautas de alimentación que hemos explicado y, de tener que mezclarlo con algo, limitarnos al agua o a los caldos.
Yo le pongo unas gotas de aceite de coco