¿Es peligroso pasear a un cachorro sin vacunas? ¡Cuidado!

No es extraño que nos crucemos por la calle con cachorros de apenas unas semanas de vida dando un paseo. Aunque los veterinarios informan de los peligros de exponer a estos pequeños sin vacunar, no acaba por calar la importancia de esta recomendación.

Sin la protección de las vacunas, los perros están expuestos a enfermedades infecciosas. Muchas de ellas son tan graves que pocos cachorros consiguen superarlas. En esta delicada etapa debemos combinar la socialización con la protección.

La adopción del cachorro

En primer lugar, no sobra recordar que los cachorros no son juguetes. Esto quiere decir que lo fundamental es respetar sus necesidades. Y la principal es permanecer junto a su madre y hermanos, como mínimo, ocho semanas.

Es importante porque durante ese tiempo el cachorro debe tomar leche materna, aunque con tres semanas comience ya a probar alimentos sólidos. La leche de su madre, sobre todo el calostro inicial, proporciona a los pequeños, con un sistema inmunológico todavía inmaduro, anticuerpos y defensas contra las enfermedades.

Además, este es un período muy delicado a nivel psicológico. La socialización del cachorro en esta etapa debe contar con la presencia de su familia. Con ello evitamos problemas de comportamiento en el futuro.

La importancia de la vacunas

Las vacunas contienen una pequeña cantidad de un patógeno, que suele estar inactivado. Al poner una vacuna estamos presentando una enfermedad al perro. De esta forma, su sistema inmunitario detecta la patología contra la que se ha vacunado y que, por su tratamiento, no puede desencadenar la enfermedad, y crea anticuerpos contra ella.

Así, si de manera natural entra en contacto con dicha patología, el perro ya tendrá defensas preparadas para combatirla. De lo contrario, al ser enfermedades tan graves, el cachorro puede fallecer antes de que su organismo reaccione. En general, las primeras vacunas se administran hacia las ocho semanas de vida.

Pero una única dosis no llega. Por eso, las vacunas se repiten. El veterinario, en función de las características del cachorro y de sus condiciones de vida, nos aconsejará el calendario vacunal más adecuado para él. Las vacunas del cachorro suelen terminarse hacia las doce semanas. Sin todas las dosis, no podemos sacarlo a la calle.

Enfermedades que puede contraer un cachorro en la calle

Muchas de las patologías altamente contagiosas se deben a virus que consiguen sobrevivir en el ambiente incluso durante meses. Los perros enfermos suelen eliminar virus en sus secreciones. Otros perros pueden contagiarse al entrar en contacto con ellas. No es necesario que laman o ingieran nada.

Solo con olfatear, por ejemplo, orina, conducta muy habitual en los perros, puede darse la transmisión. Estas enfermedades presentan una alta mortalidad, que se va a disparar en un cachorro sin vacunar. Estos pequeños no tienen ni protección ni un sistema inmunitario lo suficientemente maduro como para combatir con eficacia el virus.

Hay que recordar que, ante enfermedades víricas, no hay más tratamiento que el de soporte. No existe un fármaco que se pueda dar para curar al perro. Esto hace a este tipo de patologías especialmente peligrosas. Estamos hablando de, por ejemplo, la parvovirosis o el moquillo.

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Parásitos que puede contraer un cachorro en la calle

Por otra parte, en el ambiente también son altamente resistentes los parásitos intestinales. Los cachorros, al igual que necesitan más de una vacuna, también deben ser desparasitados con mayor frecuencia durante sus primeros meses de vida.

Aunque los parásitos intestinales no suelen provocar ningún trastorno en los perros adultos sanos, en los cachorros pueden resultar tan peligrosos que incluso acaben con la muerte del pequeño. En ellos los parásitos son capaces de causar una grave anemia, además de diarrea y vómitos, desnutrición o problemas de crecimiento.

Más riesgo hay cuando el cachorro está estresado por el cambio de hogar, proviene de algún lugar con deficientes condiciones higiénicas, ha sido destetado de golpe, etc. Un ejemplo son los nematodos. Por supuesto, en la calle el cachorro también puede contraer garrapatas, pulgas o incluso piojos.

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Socializar vs proteger

Tan importante como cuidar la salud de nuestro cachorro evitando que salga a la calle demasiado pronto es ofrecerle una adecuada socialización. Esto implica relacionarlo con congéneres, otros animales, personas y exponerlo a diferentes ambientes y situaciones.

Pero, ¿cómo hacerlo si no podemos sacar al cachorro a la calle durante semanas porque es peligroso? A continuación ofrecemos algunas ideas prácticas para combinar socialización y seguridad mientras no se completa el calendario de vacunaciones:

  • Podemos pasear con el cachorro en brazos siempre que el clima sea benigno y no permitamos que contacte con perros desconocidos.
  • Otra opción es llevar al pequeño a casa de algún amigo que tenga un perro sano, perfectamente vacunado y desparasitado.
  • También podemos recibir visitas caninas que cumplan con los requisitos anteriores.
  • El cachorro puede salir si disponemos de un jardín, una terraza, un patio o una finca a la que no puedan acceder otros perros.
  • Es buena idea comenzar a acostumbrarlo a los viajes en coche, siempre empezando con trayectos muy cortos.
  • Por último, en algunas clínicas veterinarias se organizan actividades con cachorros en las que van a poder relacionarse entre ellos con seguridad, ya que el veterinario supervisará qué perros son aptos para participar. Además, suelen incluir clases de educación básica para que comencemos a enseñar a nuestro cachorro.

Bibliografía
Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.

María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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