Cómo viajar con perro en coche según la Ley

Sin duda, si tienes planeado un viaje en familia y vas a llevar a tu perro contigo optar por el coche, ya sea propio o alquilado, es una excelente elección. No solo serás autónomo para gestionar las paradas de acuerdo a vuestras necesidades, sino que resulta más cómodo y carece de las restricciones en cuanto a número de animales y peso del transporte público.

Para facilitarte las cosas, en esta entrada te resumimos qué indica la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre el transporte de mascotas en vehículos privados y cuáles son las recomendaciones del RACE y de la DGT para viajar con perro en coche de forma segura en España. Si te hayas en México también encontrarás respuestas.

Viajar con perro en coche ¿qué dice la normativa española?

En España, el Código de Tráfico y Seguridad de la DGT es la norma que regula las obligaciones del conductor. Así, quien conduce está obligado a preservar su propia seguridad y la del resto de ocupantes del vehículo. Para materializarlo deberá asegurarse la adecuada visibilidad, libertad de movimientos y adoptar la posición correcta al volante.

Igualmente, la colocación de los objetos y de los animales, si los hubiera, deberá ir encaminada al mismo objetivo: no interferir en su visión, no distraerle, no mermar la estabilidad del vehículo ni facilitar el acceso a los sistemas mecánicos (cambio de marchas, pedales, etc.) a nadie que no sea el conductor. Todo ello con el fin de evitar un accidente.

Por tanto, si viajas con perro en coche deberás llevarlo atado utilizando alguno o varios de los sistemas de sujeción homologados por las normas europeas (ECE R17 o DIN 75410-2). Que vaya asomado a la ventana no es seguro, ya que existe riesgo de caída. Los canes que viajan tumbados en la bandeja trasera tampoco van seguros, pueden salir despedidos.

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Particularidades de los sistemas de sujeción

Los sistemas de sujeción pautados por la DGT son el arnés de doble anclaje, la rejilla divisora y el transportín que deberá adaptarse al tamaño del perro. Los analizamos por separado a continuación.

Arnés con doble anclaje

Con independencia del tamaño del perro, la DGT y el RACE recomiendan llevarlo en el asiento trasero sujeto con un arnés de doble anclaje. Esto es, un arnés que reparta su peso corporal de manera uniforme para no lastimar su cuello y que se ate al cinturón de seguridad o al isofix, así como a ambos anclajes del arnés.

La correa deberá ser corta con el propósito de prevenir que el animal pueda chocar contra los asientos delanteros en caso de colisión y sufrir consecuencias graves. Tampoco es aconsejable que la correa esté enganchada al collar: no lo retendrá y podría hacerse mucho daño o incluso fallecer.

Rejilla divisoria

Se trata de una rejilla que va situada entre el maletero y los asientos traseros, siendo aconsejable utilizarla con perros de gran tamaño, más si cabe si el coche es familiar o cuenta con puerta trasera. Proporciona espacio al animal para moverse, pero en caso de accidente por sí sola no es suficiente para preservar su integridad.

De acuerdo con la DGT lo más seguro es que esta rejilla vaya colocada desde el techo del coche hasta el suelo del maletero, quedando este espacio bien delimitado y respetando lo regulado por la norma europea DIN 75410-2. No obstante, si tu perro es mediano o grande deberás complementar esta medida con un transportín adecuado a su envergadura.

Transportín

Es quizás el dispositivo con el que más familiarizados estamos. El transportín para perros debe ir acorde al tamaño del can para que viaje cómodo y seguro. Así, si es pequeño deberás colocarlo en el suelo de los asientos traseros y si es grande, en el maletero lo más cerca posible del respaldo y transversal a la dirección de la marcha.

Desecha la idea de colocar el transportín sobre el asiento y sujetarlo con el cinturón de seguridad. En caso de accidente, es muy probable que el cajetín se rompa y tu pequeña mascota salga despedida. El RACE ha realizado varias simulaciones de colisión a 50 km/h con maniquíes de perro de 22 kg y ha concluido que el animal multiplica su peso por 35.

Viajar con perro en coche en México ¿qué dice la ley?

A diferencia de lo que ocurre en España, en el país azteca las normas que estipulan cómo deben realizarse los desplazamientos en coche con perro difieren de unos estados a otros. Sin embargo, los reglamentos municipales sobre tránsito comparten la premisa de la conveniencia de utilizar alguno de los mecanismos de sujeción disponibles para este fin.

Por tanto, si te encuentras en México y viajas con un perro de más de 10 kg deberás llevarlo atado al asiento trasero con un arnés, abrochado al cinturón de seguridad. Aunque el de doble anclaje es más seguro no es imperativo recurrir a él para no ser sancionado. El transportín y la rejilla divisoria constituyen el resto de alternativas entre las que elegir.

Lo qué sí está sancionado por el Reglamento de Tránsito de Ciudad de México es sostener, cargar o colocar sobre las piernas o llevar en brazos personas o animales. No respetar esta norma y no garantizar una correcta conducción, poniendo en riesgo la vida de los ocupantes del vehículo, está multado con 2500 dólares.

Nuestras recomendaciones

Al margen de lo que dicta la ley, que es de obligado cumplimiento, no está de más tener presentes ciertos consejos para disfrutar de un viaje más llevadero. En este sentido, deberás espaciar la hora de la comida y el inicio del viaje. De lo contrario, podría marearse y vomitar. Permítele beber cada cierto tiempo y programa paradas para que se desahogue.

Extrema las precauciones si lo has desatado antes de abrir la puerta, podría ser atropellado si no estás alerta, y, por supuesto, no lo dejes solo con las ventanas cerradas, especialmente si las temperaturas son elevadas. Esperamos que todo lo que te hemos revelado haya sido de tu interés y puedas ponerlo en práctica. ¡Feliz viaje!

Miren Azurmendi

Periodista especializada en el mundo animal. Soy licenciada en Humanidades-Empresa en la Universidad de Deusto (San Sebastián). Copywriter y redactora de contenidos desde hace casi una década. He tenido el privilegio de ver nacer y crecer este blog en el que colaboro aportando mi granito de arena con una máxima: desarrollar artículos rigurosos y con información contrastada acudiendo a las fuentes que más saben sobre nuestros amigos los perros.

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