Si estás pensando en compartir tu vida con un Alaskan Malamute, sería interesante que primero te informes a fondo sobre todos los detalles del a raza.
Desde SoyUnPerro hemos querido recopilar toda esta información para que personas cómo tu, puedan disfrutar de ella. Si te queda alguna duda, déjala en los comentarios y te ayudaremos a solventarla.
Ficha técnica de la raza de perro Alaskan Malamute
Características físicas de la raza Alaskan Malamute
En la raza Alaskan Malamute podemos encontrar oscilaciones considerables de peso, con ejemplares que apenas llegan a los 40 kg y otros que pasan bastante de los 50.
Las hembras son más pequeñas que los machos. Su altura estándar está comprendida entre los 58 y los 71 cm.
En cuanto a sus características morfológicas, de aspecto lobuno, destacamos las siguientes:
- Ojos en forma de almendra, muy expresivos y de color marrón, aunque pueden ser claros en los ejemplares rojos.
- Las orejas, triangulares y redondeadas en la punta, son pequeñas en comparación con su cuerpo. Así se reduce la pérdida de calor y el riesgo de congelación.
- El cuerpo es musculoso y fuerte, lo que le confiere un aspecto poderoso, con un pecho profundo, preparado para el arrastre de pesos. Es más largo que alto.
- La cola está densamente poblada de pelo y se enrosca sobre sí misma encima de la grupa.
- El manto es blanco y negro, rojo o gris. También puede ser blanco por completo. Es muy denso, preparado para las temperaturas más frías.
Está provisto de una capa interna lanosa, de pelo aislante y resistente al agua. La capa externa también se caracteriza por su densidad. Entre los dedos posee un pelaje espeso que le sirve para protegerse del hielo, habitual en sus regiones de origen.
Es un perro más resistente que veloz, por lo que está capacitado para recorrer grandes distancias. Tiene una esperanza de vida de unos 12 años.
¿Cómo es el comportamiento de un perro Alaskan Malamute?
A pesar de lo que puede parecer por su tamaño y su aspecto de lobo es un perro cariñoso y juguetón. Aunque no lo muestra en exceso, sí jugará con plena confianza y desinhibición con la familia y las personas o perros que conoce.
También es bueno con los niños pero debemos vigilarlo siempre, ya que podría tirarlos debido a sus grandes dimensiones. Por lo tanto, se puede decir que es un perro reservado hasta que se siente en confianza.
Eso sí, no siempre es fácil su manejo, porque es terco, y puede llegar a requerir una educación profesional con veterinarios especializados en comportamiento, etólogos o educadores caninos acreditados.
Puede aprender fácilmente porque es un perro muy inteligente. Con gatos u otros animales de tamaño pequeño debemos tener cuidado porque podrían identificarlos como presas, llegando a atacarlos.
Les suele gustar aullar, que no ladrar, y cavar. Si sus necesidades básicas no se ven satisfechas pueden expresarlo mediante comportamientos destructivos.
Para evitar en lo posible problemas de socialización, si vamos a adoptar un cachorro mejor que no lo hagamos antes de las 8-10 semanas de vida, ya que es muy importante que esta etapa la pase aprendiendo con su madre y/o hermanos.
Algunos ejemplares, sobre todo machos, pueden mostrarse dominantes e incluso agresivos, de ahí la importancia de una educación adecuada. Es recomendable la castración para reducir estos comportamientos.
No solo necesita ejercicio, sino desafíos a nivel mental para mantenerse ocupado. A pesar de su imponente aspecto y tamaño no es un perro guardián y puede relacionarse cordialmente con desconocidos.
En general, proporcionándole la actividad que necesita, es un animal tranquilo que podría acostumbrarse a vivir en un apartamento en la ciudad, siempre que tenga la posibilidad de realizar el ejercicio que le resulta imprescindible.
Está catalogado como perro de tiro de trineos. No es un perro para cuidadores inexpertos.
Cuidados recomendados para la raza de perro Alaskan Malamute
Atendiendo a sus orígenes, es un perro con facilidad para poder vivir en el exterior, al soportar temperaturas bajo cero. Puede encontrarse más a gusto en casas y fincas antes que en ambientes urbanos.
Además, es una raza con una necesidad elevada de ejercicio, ya que dispone de gran energía, un aspecto muy importante a tener en cuenta si queremos convivir con un Alaskan, pues debemos disponer de tiempo para pasearlo o espacios seguros donde soltarlo, aunque viva en el exterior.
Un Alaskan permanentemente encerrado en una finca, aunque esta sea de gran tamaño, va a aburrirse y es fácil que procure escaparse, con el peligro que esto supone.
A su pelaje, muy denso, le convienen los cepillados regulares, sobre todo en los períodos de muda para facilitar la caída del pelo. Al ser tan espeso tendremos que asegurarnos de que llegamos a su base.
El cepillado con los utensilios que nos recomiende nuestro veterinario o peluquero canino evita la formación de nudos y mantiene el pelaje limpio, lo que va a reducir la necesidad de bañarlo.
Si lo hacemos tenemos que asegurarnos de que dejamos el pelo completamente aclarado, ya que los restos de champú podrían causarle irritaciones en la piel.
También hay que secarlo por completo, lo que va a requerir tiempo, por ello hay cuidadores que prefieren bañarlos en peluquerías caninas, donde cuentan con secadores más potentes que los utilizados en las casas. Este tipo de manto no conviene que sea cortado, ni siquiera en verano.
Posibles enfermedades en la raza de perro Alaskan Malamute
Debido a sus características orientadas a la vida en la nieve es una raza propensa a padecer golpes de calor, una emergencia veterinaria que se produce por la elevación de la temperatura corporal y que puede tener como resultado el shock e incluso la muerte.
Por ello debemos proporcionarle ambientes frescos donde resguardarse en los meses más cálidos y, jamás, debemos dejarlos encerrados al sol, ni siquiera por unos minutos.
Tampoco debemos permitirles hacer ejercicio cuando las temperaturas son altas. Los Alaskan Malamute tienen a padecer trastornos como los siguientes:
- Displasia de cadera: como perros grandes que son, tienen mayor tendencia a padecer esta displasia en la que la cabeza del fémur no encaja bien en la cadera, produciendo dolor y cojera. Se diagnostica a través de radiografías y, dependiendo del grado, puede requerir cirugía.
- Displasia de codo: aunque se produce en menor medida, esta displasia impide que los huesos de la pata delantera encajen bien, de lo que se deriva dolor, cojera e inflamación de la zona. Se puede observar en radiografías. La elección terapéutica suele ser la quirúrgica.
- Glaucoma: enfermedad grave del ojo debida al incremento de la presión intraocular. Produce dolor, lo que lleva a que el perro se frote el ojo con sus patas. Notaremos la córnea opaca y la pupila agrandada. Requiere rápida asistencia veterinaria ya que podría llegar a perderse la visión.
- Atrofia de retina: es una enfermedad hereditaria que consiste en la degeneración de la retina. El perro afectado comienza a tener problemas para ver en horas o espacios con poca luz. Después la vista acaba por fallarle siempre. Se pueden observar las pupilas dilatadas y los ojos opacos, como si tuviesen una nube. Es causa de ceguera.
- Hipotiroidismo: trastorno de la glándula tiroides en el que esta no produce suficientes hormonas y que se manifiesta en problemas en la piel y el pelo, además de alteraciones en el peso o intolerancia al frío. El veterinario puede detectarlo en un análisis de sangre, ya que hay que distinguirlo de enfermedades con síntomas similares. Tiene tratamiento mediante fármacos.
- Deficiencia de zinc: traducida en problemas en la piel y pérdida de pelo. Relativamente común en esta raza y en otras similares. Se presenta con costras en la cara, trufa y alrededor de los ojos, las orejas y la boca y, también, en puntos de presión como los codos. Además, aparecen callos en los pies que se agrietan.
En los Alaskan se ha identificado un defecto genético que afecta a la absorción de zinc, por lo que la deficiencia no tiene por qué deberse a una alimentación inadecuada. El tratamiento suele consistir en suplementar este oligoelemento de por vida.
Por último, debemos proporcionarle a nuestro Alaskan una alimentación de calidad y adecuada a sus necesidades para evitar el sobrepeso y los riesgos que este conlleva.
Además, por su tamaño, corre peligro de padecer torsión de estómago, un problema grave que se produce cuando el estómago se gira sobre sí mismo, quedando obstruido para la entrada y salida de líquidos y gases.
Sin atención veterinaria puede provocar la muerte. Se previene evitando que coma o beba grandes cantidades de una sola vez o tras un ejercicio vigoroso. Conviene repartirle la dosis diaria en 2-3 raciones al días.
Historia de la raza Alaskan Malamute
Los orígenes del Alaskan Malamute se remontan a la antigüedad y se encuentran en los Estados Unidos, donde sigue siendo una raza muy popular, al igual que en Canadá.
Hace miles de años los perros de este tipo fueron descendientes de los que se habían trasladado a regiones árticas, donde se cruzaron con lobos que viajaban de la tundra hacia el sur, buscando zonas de climas más templados.
El Alaskan Malamute se mantuvo por la región ártica. Era un perro que se utilizaba para tirar de los trineos, para el transporte, para llevar alimentos y demás suministros, pero, también, para la caza de focas e incluso de osos.
En nuestro días, se ha convertido en un perro de compañía, aunque la raza continúa tirando de trineos y participando en carreras. Estas competiciones de perros de trineo comenzaron en Alaska a finales del siglo XIX y, en la actualidad, son muy populares en Norteamérica y en todo el norte de Europa.
En ellas se utilizaban Alaskan Malamute aunque pronto se importaron Huskies Siberianos que, más atléticos, comenzaron a imponerse en las carreras debido a la mayor velocidad que son capaces de alcanzar.
El nombre de Alaskan Malamute procede del pueblo inuit Mahlemut que vivían en la costa ártica del oeste de Alaska. Usaban al Alaskan como animal de tiro mucho antes de que los europeos llegasen a América.
Estos perros ayudaron a sobrevivir a los grupos humanos de estas regiones, convirtiéndose en aliados imprescindibles. Su carisma ha llegado a la literatura de la mano de autores tan conocidos como Jack London.