Bronquitis en perros

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Lo que conocemos como asma realmente se denomina bronquitis crónica. A continuación, hablaremos de este problema respiratorio de vías bajas de los perros que puede cursar con fibrosis.

Es importante que sepamos que cuando la respiración del perro se ve comprometida, existe riesgo para su vida. Por eso es necesario acudir al veterinario para tratar cualquier síntoma recurrente.

Los pulmones del perro

Antes de hablar del asma o bronquitis crónica es importante que tengamos nociones sobre la estructura de los pulmones del perro para que podamos entender las repercusiones de la patología.

Los pulmones se encuentran en el tracto respiratorio inferior y están compuestos por dos bronquios (bifurcación de la tráquea en dos bronquios principales), que se subdividen en conductos cada vez más estrechos que son los bronquiolos. Estos a su vez acaban en alveolos, que es donde se produce finalmente el intercambio de gases; oxígeno y CO2.

Introducción a la bronquitis crónica

La enfermedad obstructiva crónica pulmonar o bronquitis crónica es una enfermedad progresiva cuyo síntoma principal es la tos crónica (al menos dos meses). Engloba dos patologías casi indistinguibles; bronquitis crónica y fibrosis pulmonar. Es una enfermedad insidiosa caracterizada por obstrucción de las vías aéreas apenas reversible, sin la existencia de otra enfermedad concomitante.

¿Cuál es el origen de la bronquitis crónica?

La etiología o causas no están bien definidas, posiblemente tenga un origen multifactorial (muchas causas). Los factores pueden ser genéticos en perros de razas pequeñas o braquicéfalas.

La inhalación de humo como tabaco o contaminación atmosférica y ciertos alérgenos pueden contribuir a la inflamación, sobre todo cuando el perro está expuesto a ellos de manera continua.

Infecciones crónicas por ejemplo por la bacteria Bordetella bronchiseptica implicada en la tos de las perreras, pueden predisponer también a la aparición de la enfermedad.

¿Qué perros pueden padecer bronquitis crónica?

Se ven más afectados los perros de mediana y avanzada edad (cinco a diez años). Se da sobre todo en razas pequeñas o toy (Yorkshire Terrier, Cocker Spaniel, Caniche, Pomerania, Teckel) y animales obesos. Estas razas también están predispuestas a padecer colapso traqueal y endocarditis mitral.

Síntomas en perros con bronquitis crónica

Los perros con bronquitis o fibrosis pulmonar, mostrarán unos síntomas específicos que ayudarán al veterinario a diagnosticar la enfermedad.

  1. Tos áspera y seca que persiste crónicamente, por lo menos dos meses. Pueden ser o no productivas (expulsión de secreciones). Será más frecuente a primeras horas de la mañana. Las toses pueden finalizar en arcadas a veces con vómito.
  2. Aumento progresivo de la intolerancia al ejercicio.
  3. Puede haber hipersecreción de moco o secreción mucopurulenta.
  4. Disnea respiratoria.
  5. En casos graves la respiración se ve comprometida incluso cuando el perro está descansando. Puede aparecer cianosis, que es la coloración azulada de las mucosas por falta de oxígeno y síncope.

¿Cómo se diagnostica la bronquitis crónica?

Cuando nuestro perro presenta tos, el veterinario hará una anamnesis o historia clínica general, a parte de un examen físico general del animal.

Unas radiografías laterales y dorso-ventrales de tórax estarán indicadas para conocer el estado de los pulmones y ramas bronquiales. Analíticas de sangre se realizarán en caso de que el veterinario lo recomiende a fin de chequear el estado general y sistémico de la mascota.

Otra prueba interesante es la broncoscopia donde se observarán las vías aéreas inflamadas junto con gran cantidad de moco denso.

Se podrá realiza también un lavado bronquial o bronco-alveolar con suero y después aspirándolo para recoger células de bronquios y bronquiolos, con fin de hacer luego un análisis laboratorial de las mismas e instaurar un correcto tratamiento acorde a ellas.
Estos últimos procedimientos requieren que el perro esté sedado o anestesiado.

Tratamiento

El tratamiento se orienta a reducir la inflamación de las vías respiratorias y disminuir los signos clínicos derivados de la inflamación, exceso de moco, la broncoconstricción del músculo liso bronquial y dilatación. Evitar la aparición de bronconeumonías secundarias asociadas será clave en el tratamiento.

El tratamiento será variable. El uso de antitusígenos como la codeína estará indicado para la tos, mucolíticos como la bromhexina para aliviar la carga de mocos, así como broncodilatadores como la teofilina.

Los corticoides serán interesantes en la medida de que disminuyen la tos y reducen la inflamación. Estos serán por ejemplo metilprednisolona o prednisona. Una antibioterapia será necesaria en caso de que existan evidencias sintomáticas y diagnósticas de infección. Se usarán aquellos que sean sensibles y que alcancen una concentración adecuada en las vías respiratorias. Pueden ser ejemplos amoxicilina-clavulánico, cefalosporinas o fluoroquinolonas.

¿Cuál es el pronóstico de la bronquitis crónica?

El estado general y examen físico de estos perros suele ser bueno. Sin embargo, un perro enfermo que no recibe tratamiento seguirá empeorando y la enfermedad progresará hacia los pulmones.

Además, una tos crónica puede afectar a los alveolos pulmonares, llenándose estos de líquido y produciendo atelectasia, lo que complica más seriamente la respiración. Por lo que será necesario en cuanto notemos síntomas de esta y cualquier enfermedad, acudir a nuestro veterinario de confianza para que instaure un rápido tratamiento, por el bienestar de tu mascota.

Una vez diagnosticada la enfermedad e instaurado un eficaz y rápido tratamiento, la respuesta del perro es variable. Así, nos encontramos con animales en los que prácticamente remite la patología, mientras que otros van a necesitar continuos ajustes en la medicación.

El deterioro será mayor si el cuadro se complica con infecciones secundarias. Por lo tanto, el pronóstico a largo plazo es más reservado.

Consejos para cuidar a un perro con bronquitis crónica

De forma general, en casa podemos seguir una serie de medidas para eliminar o, al menos, evitar en lo posible los factores que contribuyen a la aparición de la sintomatología típica de la enfermedad:

  • En razas propensas como las citadas anteriormente, realizar chequeos rutinarios veterinarios y más en patologías respiratorias.
  • Limpiar la casa para que no se acumule polvo.
  • No fumar en presencia del perro ni permitir que permanezca en habitaciones con humo.
  • Mantenerle tranquilo, sin estrés ni nervios.
  • Pasearlo con arnés.
  • Si tiene sobrepeso, ponerlo a dieta siguiendo las instrucciones del veterinario. Esto mejora en gran medida la ventilación, aumenta la capacidad pulmonar, reduce el trabajo cardiorrespiratorio, así como la oxigenación arterial.

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