Bien porque hayan sido abandonados por su madre o su familia, o porque los hayamos adoptado en una protectora, alimentar bien a los cachorros recién nacidos no es una tarea sencilla, pero es fundamental para que sobrevivan.
En este artículo de SoyUnPerro te mostraremos la forma correcta de alimentar a un cachorro que no puede amamantarse de su madre de forma natural.
Leche para cachorros ¿Vale cualquiera?
Podemos pensar que la leche de vaca que los humanos bebemos es también una buena forma de alimentar a un cachorro, pero lo cierto es que no es así. La leche de vaca contiene lactosa, algo que puede perjudicar y mucho, a nuestro pequeño cachorro.
Los cachorros de perro recién nacidos deben alimentarse única y exclusivamente de leche específica para perros, la cuál podemos adquirir en cualquier clínica veterinaria o tienda de mascotas.
- Leche de vaca / Leche de consumo humano
- Leche específica para perros
¿Cada cuanto tiempo debo alimentar a un cachorro?
Es muy importante que alimentemos a nuestro cachorro con la ayuda de un biberón cada tres o cuatro horas, incluso si es de noche. Nos tocará ponernos el despertados y alimentarlos a media noche, si queremos que sobrevivan.
Desde que nacen y hasta que cumplan las cuatro semanas de vida los alimentaremos así, cada tres o cuatro horas sin excepción.
A partir de las cuatro semanas de vida, podemos ir alargando las tomas de forma progresiva, por ejemplo en la quinta semana de vida podemos darle las tomas cada cuatro o cinco horas y en la sexta semana cada cinco o seis horas.
Así de forma progresiva hasta que cumplan las siete u ocho semanas, donde ya podremos comenzar a introducir un poco de pienso para cachorros humedecido con agua para que sea más blandito.
¿Cómo debemos darle la leche a nuestro cachorro?
Nunca cojas a un cachorro cómo si fuera un bebé humano, simplemente intenta imitar la situación en la que el cachorro mamaría normalmente de su madre. Es decir, pon el biberón un poco tumbado para que el, pueda engancharse a el y alimentarse (simulando una mama).
Es muy importante que controlemos la temperatura de la leche del biberón, esta debe ser siempre templada para evitar que se quemen o la aborrezcan. Nunca debe estar fría ni muy caliente.
La cantidad de leche que debemos darle dependerá del tamaño y peso del cachorro, algo que normalmente encontraremos indicado en la caja de leche para perros o que nuestro propio veterinario nos indicará.
Mi cachorro no come ¿Qué le pasa?
Nada es comparable a alimentar un cachorro con leche de su madre, por lo que es posible que nos encontremos con algunos problemas:
- Bajada de tensión, algo que le quitará el hambre a nuestro perro y que podemos solucionar aportándole un poco de miel o agua con azúcar (incluso con la ayuda de una jeringuilla sin aguja).
- Empacho, las madres suelen lamer el ano de sus cachorros después de las tomas para que defequen y no se empachen. Si tu cachorro no defeca, prueba a acariciar su ano con un paño húmedo a temperatura ambiente durante unos minutos, con mucha suavidad.
- Frío, si nuestro cachorro se ha enfriado porque no hemos mantenido una temperatura constante de unos 22º en su cuna, este dejará de comer.
Los cachorros de perro son extremadamente sensibles, así que si aprecias que está apático, tiene fiebre, no defeca aunque lo estimules o deja de comer, es muy importante que consultes con tu veterinario, ya que podría estar enfermo o tener parásitos intestinales, algo muy común en cachorros.