Cómo enseñar a un perro a acudir a tu llamada

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Todos sabemos que hay perros muy obedientes que acuden a la llamada de sus dueños ante cualquier situación y que otros perros sin embargo, se hacen los sordos ignorando completamente al dueño por mucho que le llame.

Esto es algo negativo en realidad, porque en el supuesto caso de que el perro esté suelto y en una situación de peligro, si le llamamos y no obedece es posible que la situación termine mal. Persiguiendo a un gato, cruzando carreteras transitadas o alejándose en exceso…

Desde SoyUnPerro te vamos a explicar qué es lo que debes hacer para enseñar a tu perro con unos sencillos consejos.

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Utiliza la comida como reclamo

El punto débil de un perro es la comida, ya que su olfato está increíblemente desarrollado. Si cogemos a modo de ejemplo una salchicha y la partirnos en pequeños trozos, tendremos un montón de premios para educar a nuestro perro.

El ejercicio para enseñar a tu perro a acudir a tu llamada es muy sencillo, comenzaremos dando un paseo por la calle o por el parque con el perro atado. Una correa media es suficiente, de entre uno y dos metros de largo.

Usaremos siempre la misma palabra para llamarle, usando primero su nombre y luego la orden. Por ejemplo si nuestro perro se llama «Rufo», le diremos «Rufo Aquí!» y cuando nos mire, le daremos un premio (trozo de salchicha) y le felicitaremos mucho. A esto se le llama educar con refuerzo positivo.

Es muy importante darle muchas caricias además de su premio, para que el sienta nuestra energía positiva, para que sienta que realmente estamos contentos. Continuaremos con el paseo repitiendo esta técnica cada cinco minutos.

En casa también podemos practicarlo sin correa, dado que no hay peligro de que se escape. Pero en la calle o en el parque, por el momento siempre con correa para evitar escapes y accidentes.

Es necesario repetir este ejercicio durante cinco o siete días, para que el perro asocie por completo la orden a un premio y a algo positivo. Pasado ese tiempo, cambiaremos la correa de nuestro perro por otra más larga, una extensible o una de más de cinco metros.

Dejaremos que el perro se aleje mientras paseamos, sabiendo que no supone un peligro porque aunque se aleje tendrá la correa puesta. Cuando esté lejos olfateando sus cosas… le daremos la orden «Rufus Aquí!» y le daremos su premio y muchas caricias y felicitaciones, cómo siempre.

Repetiremos estas sesiones durante al menos entre tres y cuatro semanas, de esta forma nuestro perro aprenderá a acudir a nuestra llamada siempre. Más adelante podemos ir a un parque para perros o zona montañosa donde no suponga un peligro (coches, carreteras, etc…) y practicar con el perro suelto, sin correa.

Recuerda que siempre debes darle su premio cuando obedezca, ya que es totalmente necesario para que relacione positivamente el ejercicio.

Motivos por los que un perrono acude a tu llamada

Aunque enseñemos correctamente este ejercicio a nuestro perro, debemos recordar que son animales que se guían por sus instintos. y algunos de esos instintos son en ocasiones más fuertes que la orden de su humano.

Por ejemplo los gatos, son muchos los perros que persiguen a los gatos de forma impulsiva cómo si fueran una presa de caza. La mayoría de estos perros se ciegan por completo ya que el instinto es más fuerte que todo lo demás.

Cuanto más practiquemos el ejercicio de acudir a tu llamada con el perro más probabilidades habrá de que cese la persecución y te haga caso. Pero no te enfades en exceso si te ignora, porque los instintos primarios de los perros tienen un poder asombroso sobre ellos.

Otro motivo por el que un perro puede no hacerte caso, es por miedo, si has utilizado la violencia en alguna ocasión el perro no confiará en ti. Nunca, bajo ningún concepto debes agredir a tu perro, porque ellos lo recordarán siempre.

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