El jadeo es una de las formas en las que puede respirar un perro. Seguro que lo hemos observado en alguna situación, ya que es habitual cuando el animal está acalorado o tras haber realizado una actividad intensa.
Pero el jadeo también puede indicarnos que el perro está enfermo. De hecho, es un signo que se relaciona con problemas de salud muy graves. A continuación explicaremos en qué casos el jadeo es normal y cuándo alarmante.
¿Qué es el jadeo?
El jadeo es la respiración rápida y con la boca abierta. El perro respira habitualmente por la nariz, con la boca cerrada y realizando entre 10 y 30 respiraciones por cada minuto. No toda respiración acelerada es un jadeo, por lo que no debemos confundir ambas situaciones.
Una respiración excesivamente rápida puede indicar que el perro está ansioso, dolorido o tiene fiebre. Estas situaciones son patológicas, en cambio, el jadeo cumple una función fisiológica, siempre y cuando no se den otras circunstancias. Lo explicaremos con detalle en los siguientes apartados.
¿Por qué jadean mi perro? ¿Está enfermo?
El jadeo es la principal forma que tiene el perro para disminuir su temperatura corporal. Hay que recordar que el perro tan solo dispone de glándulas sudoríparas en las almohadillas de las patas, por lo que sudar no es su opción prioritaria para refrescarse.
Al jadear, la boca por completo abierta permite que el aire caliente del interior del cuerpo sea intercambiado por aire más fresco procedente de la atmósfera. Esto consigue reducir la temperatura.
En los días de mucho calor, la temperatura ambiental va a ser similar a la del cuerpo. Esto hace que refrescarse mediante el jadeo no sea demasiado eficaz. Añadido a que los perros no sudan hace que debamos prestar especial atención a su bienestar en los días de más sol para evitar un golpe de calor.
Cuando el jadeo es normal
Dada la función fisiológica del jadeo, es normal que lo observemos en nuestro perro en situaciones en las que nosotros sudaríamos. Por ejemplo, al tener calor, realizar ejercicio intenso o tener fiebre.
Por calor o tras ejercicio, el perro jadea pero se encuentra bien y en un breve espacio de tiempo volverá a respirar con total normalidad. Cuando el perro tiene fiebre es habitual que muestre algún otro signo de enfermedad. Es motivo de consulta veterinaria.
Cuando el jadeo es preocupante
Fuera de las situaciones fisiológicas en las que aparece el jadeo, si este no remite o percibimos signos en nuestro perro que nos hacen sospechar que no se encuentra bien, debemos procurar asistencia veterinaria ya que podríamos estar ante situaciones tan graves como las siguientes:
- Shock: con este término nos referimos a un estado de insuficiente riego sanguíneo y baja cantidad de oxígeno. Pueden provocarlo hemorragias, insuficiencia cardíaca, anafilaxis, deshidratación, intoxicación, sepsis, etc. Los signos de alarma son jadeos, taquicardia, congestión de mucosas que después empalidecen, hipotermia o inconsciencia.
- Golpe de calor: además de jadeo intenso apreciaremos dificultad respiratoria, saliva espesa, vómitos, fiebre, hemorragia interna, mucosas grises, shock, colapso, convulsiones o coma. Es muy grave, debe tratarse de inmediato e incluso así puede resultar mortal.
- Deshidratación: sucede cuando el organismo no es capaz de reponer los líquidos corporales que pierde. Suele deberse a vómitos intensos y diarreas graves, pero también la causan enfermedades importantes, golpes de calor o fiebre. Si tiramos de la piel del lomo y esta no recupera su forma de inmediato, nuestro perro está deshidratado.
- Cetoacidosis diabética: se debe a un aumento de la glucosa en sangre con acumulación de cetonas, que son productos derivados del metabolismo de las grasas. Provoca debilidad general, vómitos y aliento con olor a acetona. Se trata de una urgencia veterinaria.
- Intoxicaciones: producen además otros síntomas como depresión, dificultad respiratoria, hipersalivación, vómitos incluso con sangre, diarrea, debilidad general, descoordinación, temblores o convulsiones. El pronóstico depende del tóxico, las características del perro, la cantidad con la que ha contactado o la rapidez en recibir asistencia.
- Derrame pleural: es la acumulación en el tórax de sangre o suero debido a diferentes causas. Notaremos que el perro respira con la boca abierta, tiene las mucosas azules, se mantiene quieto de pie o sentado, en una postura para intentar conseguir oxígeno. Hay que trasladarlo con precaución al veterinario porque podría colapsar con cualquier esfuerzo.
¿Qué hago si mi perro jadea mucho?
El jadeo patológico es un indicador de graves dolencias, por lo tanto, en cuanto lo identifiquemos, nuestra primera reacción debe ser contactar con el veterinario. Y es muy importante que lo hagamos rápido, pues patologías como el golpe de calor, la deshidratación severa o una intoxicación pueden resultar mortales en muy poco tiempo.
Bibliografía
Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.