Muchos perros son tan glotones como curiosos. Este comportamiento hace que no sea extraño que acaben tragándose objetos, lo que les puede ocasionar problemas. Y en los casos mas graves se puede terminar incluso en el quirófano.
Veamos cuales son los síntomas de un perro que se ha tragado un objeto extraño y como debemos actuar para que su vida no corra peligro.
Síntomas cuando hay objetos en el esófago
El esófago de nuestro perro es el tubo fibroso por el que, mediante sus movimientos rítmicos, se transporta la comida hasta el estómago. En su interior pueden quedarse atrapados cuerpos extraños como huesos, cuerdas, anzuelos, astillas o cualquier juguete de pequeño tamaño.
Podemos sospechar que nuestro perro se ha tragado un objeto que se ha quedado alojado en el esófago si presenta síntomas como los siguientes, que van a aparecer de manera repentina:
- Náuseas
- Arcadas
- Hipersalivación
- Regurgitación
- Dificultades para tragar
Perforación de esófago en perros
El mayor peligro de los objetos en el interior del esófago es que contengan bordes afilados. Un objeto con estas características podría llegar a erosionar o cortar el esófago, provocando una perforación. En este caso el perro presentará los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Tos
- Respiración acelerada
- Dificultades para la deglución
- Posición rígida del cuerpo
¿Qué hago si mi perro tiene un objeto en el esófago?
Siempre que sospechemos que nuestro perro ha podido tragarse un objeto debemos acudir al veterinario a la mayor brevedad posible. Normalmente con una radiografía de la zona del cuello el veterinario ya podrá localizar el objeto ingerido. En ocasiones la radiografía tiene que ser de contraste.
Muchos de estos objetos se van a poder extraer mediante gastroscopia, que es una exploración que permite visualizar directamente el esófago, el estómago y el duodeno, que es la primera porción del intestino delgado. La gastroscopia se hace con anestesia general.
Con el perro dormido se introduce por la boca un tubo, el endoscopio, para localizar el objeto en cuestión. Si su tamaño lo permite, por este mismo tubo es posible introducir un instrumento de agarre para extraerlo. En cambio, si esta técnica no es factible, se puede intentar empujarlo hacia el estómago y, una vez ahí, extraerlo con cirugía abdominal.
Hay una tercera opción que sería la de todos aquellos objetos que no han podido extraerse de ninguna de las formas anteriores. Para ellos será necesaria una cirugía que abra directamente el esófago, lo que también se requiere en los casos de perforaciones.
No obstante si apreciamos que nuestro perro se acaba de tragar algo y tiene dificultades para respirar, porque el objeto está bloqueando su garganta, podemos practicar la maniobra de Heilmlich para intentar expulsar el objeto rápidamente.
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Objetos en el tracto gastrointestinal canino
Los perros pueden tragarse huesos, juguetes, palos, piedras, ropa, pelotas, cuerdas, etc. y, al igual que en los gatos, la ingesta de pelo también puede causar problemas. Las cuerdas o cualquier objeto similar presentan la complicación de que algún extremo se puede quedar anudado. Esto produce una tensión que puede llegar a desgarrar la pared intestinal.
Además, al igual que comentamos en el caso del esófago, los objetos punzantes o con bordes afilados, como pueden ser alfileres o astillas, ofrecen el peligro adicional de ser capaces de perforar cualquier punto del tracto gastrointestinal. Esto puede desembocar en una peritonitis.
La anatomía de los perros hace que puedan ingerir objetos mucho más grandes de lo que van a poder salir del estómago. Esto es así porque el esófago es mayor que ese conducto de salida. Los cuerpos extraños en el estómago producen gastritis crónica y obstrucciones del flujo gástrico. Los alojados en el recto provocarán obstrucciones anorrectales.
La peritonitis
La peritonitis es la inflamación de la cavidad donde se alojan los órganos abdominales. Es consecuencia del vertido de enzimas digestivas, comida, heces, bilis, etc. que salen del aparato digestivo, en este caso debido a la perforación. Un perro con peritonitis puede manifestar síntomas como los siguientes:
- Dolor abdominal muy fuerte
- Inmovilidad, debida al dolor
- Vómitos
- Abdomen recogido y rígido
- Deshidratación
- Respiración dificultosa
- Encías pálidas y frías
- Shock
La peritonitis es una urgencia veterinaria. Que el perro reciba inmediata asistencia es básico para que consiga sobrevivir. En la clínica lo estabilizarán y, después, se necesitará cirugía. En ella se reparará la perforación y se limpiará toda la cavidad abdominal.
La gastritis crónica
La gastritis crónica requiere atención veterinaria, por ello cualquier sospecha de esta patología debe hacernos acudir a la clínica. Los síntomas que la caracterizan son los siguientes:
- Vómitos esporádicos que a veces contienen cuerpos extraños o comida del día anterior.
- Decaimiento
- Manto en mal estado
- Pérdida de peso
La obstrucción del flujo gástrico
Por su parte, la obstrucción del flujo gástrico se produce cuando algún obstáculo impide que el estómago se vacíe. Esto sucede porque el conducto de salida se cicatriza y se contrae. La obstrucción puede ser parcial o completa. Observaremos síntomas como los siguientes:
- Vómitos intermitentes con alimentos sin digerir y, en ocasiones, sangre
- Vómito inmediatamente después de comer cuando la obstrucción es completa. Además, este vómito suele ser en proyectil, esto es, expulsando el contenido del estómago con mucha fuerza, de forma que acaba a cierta distancia del perro
- Pérdida del apetito
- Adelgazamiento
- Gases
- Eructos.
Si la obstrucción interfiere con el suministro de sangre puede producirse una estrangulación intestinal. Esto va a provocar que la zona afectada se necrose, lo que puede ocurrir en tan solo unas horas. El perro empeorará rápidamente y estaríamos ante una urgencia.
¿Qué hago si mi perro tiene un objeto en el estómago?
Como siempre, la consulta con el veterinario es obligada. Aunque algunos objetos que el perro traga pueden expulsarse fácilmente sin causar ninguna complicación, hemos visto que existe la posibilidad de que las consecuencias de una ingesta inapropiada sean graves.
Los objetos alojados en el recto pueden extraerse manualmente, siempre sedando o anestesiando al perro antes. Si los cuerpos extraños están en el estómago es habitual que deban extraerse con cirugía abdominal. Hay ocasiones en los que podrán retirarse con un endoscopio, como explicamos para el esófago.