¿Por qué mi perro me mira cuando defeca?

Son muchas las teorías que se barajan sobre cuales son los motivos por los que un perro nos mira intensamente cuando hace sis necesidades, aunque con el paso del tiempo y diversas investigaciones que se han realizado sobre este fenómeno, se han ido descartando muchas de ellas.

Desde SoyUnPerro queremos mostrarte las hipótesis más firmes en la actualidad, que indican el motivo por el cual tu perro no te quita ojo de encima es ese momento tan delicado.

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Al hacer caca se vuelve vulnerable

Cuando un perro adquiere la clásica y conocida posición para defecar se vuelve muy vulnerable, de forma que cualquier otro perro, persona o animal podría atacarle en ese momento tan especial.

Por eso tu perro te observa cuando hace sus necesidades, porque busca en ti una mirada de complicidad que le aporte seguridad, sabiendo que tu estás ahí por si necesita de tu ayuda.

En la actualidad es extraño que un perro ataque a otro que está cagando, pero no era tan extraño antiguamente cuando el perro vivía en manada. Por eso se cree que es un instinto primario en busca de protección, hacia el macho alfa, el líder de la manada, osea tu.

Por lo que si tu perro te lanza una mirada cuando esté en esa postura tan curiosa, que no te avergüence mirarle. Mantén tu mirada junto a la suya para que se sienta protegido.

Te pide permiso con la mirada ¿Está bien aquí?

Desde que son cachorros comenzamos a educarles para que hagan sus necesidades fuera de casa, dándoles un premio cuando es así y regañándolos erróneamente cuando se les escapa en casa.

Y decimos erróneamente, porque no se debe regañar a un perro que haga sus cosas en casa, simplemente debemos ignorarlo y hacer uso del refuerzo positivo cuando lo haga bien.

Por eso aun cuando ya son muy adultos, continúan lanzándonos una mirada cuando hacen sus cosas fuera de casa, pidiendo a su manera permiso para hacerlo. Obviamente no esperan a que les demos consentimiento, sin embargo si que pararía si les regañamos (no lo hagas).

Pedir su premio

Podemos pensar que nuestro perro no tiene memoria o que simplemente recuerda lo que le interesa… pues bien, la comida es el punto débil de todos los perros del mundo, les encanta.

Cuando les enseñamos a hacer pipí y popó fuera de casa, siendo cachorros generalmente, es habitual darles un premio cuando lo hacen bien, algo muy bueno para que aprendan.

Por eso aunque sean adultos, con la mirada buscan hacernos saber que están haciendo sus cosas fuera de casa y que quieren su premio. Pueden pasar años sin premio, pero ellos seguirán intentándolo solo por si acaso.