Son muchas las perras que cuando alcanzan su madurez sexual corren el riesgo de padecer una Piómetra, ya sea abierta o cerrada (muy urgente). Esta infección que se origina en el útero es tratable, pero en muchas ocasiones termina con la vida de nuestros queridos perros.
No es necesario que la perra se haya apareado, cualquier perra puede padecerla sin previo aviso y dado que sus síntomas no siempre son evidentes, en muchas ocasiones el tratamiento se comienza demasiado tarde, por desgracia. Por eso desde SoyUnPerro queremos informarte sobre esta enfermedad, sus síntomas, tratamientos y medios para prevenirla.
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Qué es la Piómetra y cómo se origina en una perra
La piómetra canina es una infección del útero y por ende acumulación de material purulento después de la etapa de estro en perras. Unas semanas después (4-8) de haber pasado el celo, el útero sufre diversos cambios. Después del estro (en diestro) hay un aumento de la hormona progesterona y de la secreción uterina. Esto unido a la reducción de la contracción muscular de dicho órgano y proliferación bacteriana (E. Coli) da lugar a la patología piómetra.
Las segregaciones uterinas causadas por el propio ciclo de estro también pueden quedar almacenadas produciendo el mismo problema infeccioso.
Síntomas de la Piómetra canina
Existen dos tipos de piómetra en perras, la abierta y la cerrada. En la cerrada, el útero está cerrado y no podremos observar la excreción de la secreción hacia el exterior como en la abierta, pero podremos observar en ocasiones la distensión abdominal de nuestra perrita.
La cerrada es más urgente ya que externamente muy pocos síntomas son apreciables a primera vista.
Por lo tanto, la piómetra abierta veremos la secreción por la vulva de contenido purulento (pus) posiblemente mezclado con sangre digerida (color achocolatado) que se haya originado en el interior del útero, dándonos una clara pista de que algo marcha mal.
Los principales síntomas que podemos observar en una perra con Piómetra son:
Si realizase el veterinario una analítica sanguínea; vería un aumento de glóbulos blancos, anemia, aumento de enzimas hepáticas…etc.
Diagnóstico de la piómetra canina
El veterinario, a parte de observar la mayoría de los síntomas antes descritos, podrá realizar pruebas complementarias como una analítica sanguínea, una radiografía y/o una ecografía para confirmar el diagnóstico de piómetra. En estas evidenciará la presencia de pus en el abdomen caudal de nuestra perrita.
¿Cuál es el tratamiento para la Piometra?
Debido a la enorme gravedad de este tipo de infección, no recomendamos ningún tipo de tratamiento casero aplicable. Si sospechamos que nuestro perro pueda tener esta infección (sobre todo la tipo cerrada), debemos acudir de urgencia al veterinario.
Será el veterinario tras revisar a nuestro perro, quien dictamine el tratamiento a aplicar. Siendo muy común la intervención quirúrgica para extirpar el útero o facilitar un medio de drenaje.
Además obviamente, de una importante cantidad de antibióticos destinados a frenar la infección y la posible septicemia (diseminación de esta infección al torrente sanguíneo).
El mejor preventivo contra esta enfermedad es la castración de nuestra perra (vaciado, no esterilización). Con ello prevenimos esta y otras muchas posibles patologías además de posibles tumores.