No solo las cataratas o la conjuntivitis pueden afectar a los ojos de nuestros perros, existen muchas otras patologías igual de comunes y que de no ser tratadas a tiempo, pueden resultar fatales para su visión.
La queratoconjuntivitis seca es una patología que no se queda la última en la cola dentro de las consultas oftalmológicas. Desde Soyunperro vamos a repasar qué es, las causas que la originan y los tipos que existen, la sintomatología característica que presenta y cómo se tratan.
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¿Qué es la queratoconjuntivitis seca?
Para entender la patología en sí, primero deberemos conocer la lubricación del ojo, y más concretamente de la córnea (capa más superficial del ojo). La superficie ocular está cubierta por una película lagrimal la cual desarrolla importantes funciones en la fisiología y protección de la córnea. Estas son:
- Proporcionar un medio para el transporte de oxígeno, glucosa, electrolitos, agua, anticuerpos, células inflamatorias defensivas.
- Lubricar los párpados en su movimiento sobre la superficie ocular.
- Arrastrar las sustancias nocivas de la superficie ocular.
Conociendo esto, queratoconjuntivitis seca se denomina al proceso inflamatorio y degenerativo de la córnea y conjuntiva provocado por una deficiente secreción de lágrima. Es una enfermedad relativamente común en perros, y en muchas ocasiones puede no determinarse su causa o etiología. Aunque ahora veremos los tipos que hay, es probable que tenga un origen inmunomediado.
Tipos de queratoconjuntivitis y origen
Las queratoconjuntivitis secas pueden clasificarse en congénitas o adquiridas.
- Congénitas: cursan como una sequedad persistente de la conjuntiva y opacidad de la córnea. Normalmente afectan a un solo ojo y la causa es un menor desarrollo de las glándulas lacrimales o una falta de las mismas, por lo que no producen la secreción lagrimal correcta. Existe predisposición racial en; Terrier Blanco, West Highland, Schnauzer miniatura, Chihuahua, Bulldog inglés.
- Adquiridas: este tipo de queratoconjuntivitis seca puede darse por varias causas al desarrollarse durante la vida del animal y no desde el nacimiento como en las congénitas.
Dentro de las adquiridas nos encontraremos con:
- Yatrogénicas: producidos por fármacos como la atropina durante largos periodos, sulfadiazina, sulfametoxazol y sulfasalazina. Generalmente la secreción lacrimal se recupera una vez se corta dicho tratamiento.
- Infecciosas: el agente infeccioso que se ha relacionado más con el desarrollo de esta patología es el virus del moquillo. No obstante, si el animal se recupera de dicha enfermedad, la secreción lacrimal vuelve.
- Traumáticas y neurológicas: puede darse por traumatismos oculares o por ejemplo por infecciones de oído o daño en el sistema nervioso.
- Atrofia senil: se va atrofiando la glándula lacrimal con la edad.
- Inmunológicas: debido a la acción de autoanticuerpos dirigidos contra las células de los conductos lacrimales. Puede suceder en: lupus eritematoso, artritis reumatoide, anemia hemolítica autoinmune y hepatitis crónica activa.
¿Cómo saber si un perro tiene queratoconjuntivitis? Síntomas
Los signos dependerán de si la queratoconjuntivitis es crónica o aguda. Veamos los dos tipos.
- Queratoconjuntivitis seca aguda: se caracterizará por la aparición de secreción mucopurulenta (pus y moco), córnea seca, mate y sin brillo y en ocasiones por el desarrollo de úlceras corneales centrales.
- Queratoconjuntivitis seca crónica: se caracteriza por presentar hiperemia (inflamación) conjuntival, secreción mucopurulenta ocular, quemosis o edema (acúmulo de líquido superficial). Con el tiempo se producen depósitos cristalinos y de melanina (oscuros), lo que puede conducir a ceguera por opacidad de la córnea.
Diagnóstico de queratoconjuntivitis seca
Se puede realizar un diagnóstico de la queratoconjuntivitis seca mediante una buena anamnesis o historia clínica que el veterinario haga sobre nuestra mascota y exploración oftalmológica. Sin embargo, el diagnostico definitivo solo será posible mediante la realización del test de Schirmer, el cual evalúa cuantitativamente la producción lagrimal.
Para realizar dicho test, el veterinario utilizará unas tiras de papel blanco especial que se doblan cinco mm por un extremo y se colocan en el saco conjuntival inferior, haciendo que el animal cierre los ojos. Después de un minuto, se mide la parte de papel humedecido desde donde se había doblado.
Los valores considerados normales en perro son veinte/veinticinco milímetros en un minuto (observado en el papel previamente colocado). Cuando el resultado del test de Schirmer esté por debajo de los diez milímetros en un minuto, existe una queratoconjuntivitis seca. Serán así muy severas si la producción lagrimal se encuentra en menos de cinco milímetros.
Tratamientos para la queratoconjuntivitis seca
El tratamiento de la queratoconjuntivitis seca se basa principalmente en la administración de ciclosporina A tópica. Este fármaco es un agente inmunosupresor no citotóxico (no produce daño celular) el cual regula la respuesta inmunológica hacia la inmunotolerancia. Este tratamiento también aumenta la producción de lágrima en dos tres semanas.
La mayoría de animales precisan de este tratamiento de por vida. El éxito del tratamiento dependerá de la severidad de la enfermedad. Animales con producción lagrimal según el test de Schirmer entre cero y un milímetro, la respuesta al tratamiento suele ser baja (solo un treinta por ciento responderá al tratamiento).
La terapia con ciclosporina A debe acompañarse de la administración de lágrima artificial hasta la restauración de la producción lagrimal, así como lavados oculares para eliminar los acúmulos de secreciones o exudados, así como antibioterapia tópica para controlar conjuntivitis bacterianas que puedan ocurrir.