Que la compañía de los perros aporta multitud de beneficios a nuestra salud no es ninguna novedad, lo que quizás desconozcas es que en el caso particular de los mayores la convivencia con un peludo resulta aún más beneficiosa.
Las razas grandes o gigantes, así como los cachorros no suelen ser una elección acertada para los ancianos, ya que las caídas por tirones o por muestras de cariño son más probables. Los cachorros, por su parte, están en una etapa exploratoria y desbordan energía, una circunstancia que no siempre encaja con las necesidades de los mayores.
Veamos en detalle, cuales son entonces las razas de perro más cariñosas con los mayores y los motivos por las que demos optar por ellas.
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Por qué los perros son más necesarios para los mayores
Varios estudios demuestran que la tenencia de un can nos relaja y desestresa al rebajar la producción de cortisol y hacer descender la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Sin embargo, en el caso de los ancianos comporta bondades adicionales que desarrollamos a continuación:
- Revierte el principal mal por el que se ven aquejados: la soledad. Su compañía cargada de alegría y vitalidad les reconforta y les hace olvidar la tristeza que deriva de la soledad.
- Les obliga a salir, a socializar, y a moverse. De hecho, se estima que los juegos con los peludos les acerca a la cantidad de ejercicio al día recomendada para ellos por la Organización Mundial de la Salud. A su vez, el ejercicio físico libera endorfinas y ello contribuye a que se sientan en paz y más felices.
- Cuidar de una mascota es una responsabilidad que los hace transcender de sus preocupaciones cotidianas y que alimenta su autoestima al tiempo que equilibra su estado de ánimo.
¿Cuáles son las razas más adecuadas?
Los etólogos coinciden en señalar que las razas pequeñas, y a lo sumo las medianas, son las idóneas como mascota de las personas mayores. Por un lado, su tamaño resulta manejable y minimiza las posibilidades de caída por tirones en los paseos, y por otro, sus necesidades de actividad diaria son también más compatibles con la energía de sus tutores.
Igualmente, resulta recomendable que la mascota seleccionada tenga como mínimo 3 años y que haya sido correctamente socializada y educada con el fin de que no muestre conductas escapistas y miedosas a los ruidos, a las personas y a los animales que se encuentren en su entorno. De lo contrario, su tutor podría percibirlo como una carga.
Atender a los requerimientos de actividad y de aseo del animal es igual de relevante. En definitiva, lo que debemos conseguir es que las necesidades y estilos de vida de ambos sean coincidentes. Solo así surtirán efecto en el bienestar del anciano los beneficios de convivir con un peludo.
Bichón frisé
Estos pequeños adoran la compañía de los humanos a los que siguen a todas partes reclamando sus mimos y atención. Son muy sociables y no tardan en hacer de las suyas si se siente a gusto. El pelo rizado del bichón frisé reclama un cepillado al día para lucir pomposo y sin enredos.
Una vez a la semana deberás limpiar sus ojos y recortar el pelo de esta zona para prevenir las infecciones. La falta de pigmentación de su piel los predispone a sufrir alergias y afecciones cutáneas de fácil tratamiento.
Bichón maltés
Que no te engañe su pequeño tamaño. Estos perros son muy valientes y poseen un acusado sentido de defensa. Por tanto, se enfrentarán sin dudarlo para proteger a su tutor si lo consideran necesario. Son muy alegres, juguetones e inteligentes. Razones todas ellas por las que la convivencia con ellos es muy sencilla.
El Bichón maltés adora contar con un hueso para roer o un juguete para morder, así como recibir las atenciones de su tutor. No reclaman paseos muy largos, con 15 minutos al día se sienten satisfechos. La limpieza semanal de sus ojos y de su hocico favorecerá que no desarrollen manchas ocres en estas áreas.
Apenas pierden pelo. Por ello, son considerados una raza hipoalergénica, apta para las personas alérgicas y asmáticas. Conviene cepillarlos 2 o 3 veces por semana y llevarlos a la peluquería una vez cada 3 meses para que su precioso manto largo mantenga su forma.
Poodle o caniche
De sus 4 variedades recomendamos la más pequeña, el cachiche toy, para acompañar a las personas mayores. Son canes muy afectuosos, vivarachos y despiertos que agradecen los momentos de juego con los humanos. Aunque son activos no reclaman una intensa actividad física al día. Eso sí, si son consentidos pueden convertirse en pequeños tiranos.
Bulldog francés
Su corpulencia motiva que prefieran los paseos breves mientras que su pelo corto se mantiene en buen estado con un cepillado semanal. Son afectuosos, dóciles y alegres. Acurrucarse en el regazo de su tutor para recibir sus caricias y dormir es una de sus actividades predilectas.
Al ser braquicéfalos son propensos a los golpes de calor. Así, el ejercicio intenso dificulta su respiración y los ronquidos suelen ser usuales en estos simpáticos perros. Para los cuidados del Bulldog francés, es preciso limpiar con regularidad sus ojos y los pliegues de su cara, dado que tienden a acumular secreciones. Basta con humedecer una gasa estéril y pasársela dejando seca la zona.
Schnauzer miniatura
Su penacho y su barba los dotan de un aire intelectual y distinguido. Su mirada atenta y expresiva nos da una idea de lo inteligentes que son. Adoran las caricias en el vientre y no exigen más cuidados que las salidas diarias, para socializar y hacer sus necesidades, y el cariño de su tutor del que aprenden a diario a través de la observación.
West Highland White Terrier
Los Westies, como son llamados coloquialmente, son considerados los más calmados e inteligentes de los Terrier. Siempre están dispuestos a jugar y no toleran las largas jornadas en soledad. De hecho, son propensos a sufrir ansiedad por separación. Por tanto, las personas con muchas horas libres como los mayores constituyen sus tutores ideales.
Pomerania
Estos pequeñines son auténticas bolitas de amor. Siempre están atentos observando cuanto acontece a su alrededor y no dudan en alertar a su tutor con sus ladridos si algo no les cuadra. Un rasgo interesante para los mayores con problemas de audición. Mudan una vez al año, pero pierden mucho pelo. Por ello, es necesario cepillarlos con regularidad.
Corgi
Al igual que el Cocker, el Corgi es una raza adecuada para los mayores que gustan de las largas caminatas. Aunque no son hiperactivos, sí que reclaman más actividad física al día que las razas precedentes. Sus cortas patitas y su larga espalda exigen que no haya escaleras en casa. Son vitales, afectuosos y fáciles de mantener.
Galgo
Pertenecen a una raza de tamaño mediano, pero resultan ideales para los mayores porque son sumamente sensibles, dóciles y silenciosos. Son equilibrados y pacientes, no precisan excesivos cuidados para su correcto mantenimiento y suelen forjar un fuerte vínculo con su tutor. Todo un antídoto para los mayores que viven solos.
Goldendoodle
¿Sabes que esta raza es fruto del cruce del Golden retriever y del Poodle? No en vano, ha heredado lo mejor de cada una de ellos. Son afectuosos, tranquilos, inteligentes, dóciles y sociables, cualidades por las que son empleados en terapias asistenciales. Con un cepillado ocasional y cortos paseos 3 veces al día se mantienen sanos y felices.
Los perros mestizos
Los perros de raza indeterminada por el cruce de diversas razas merecen una atención especial, ya que precisamente por su ADN suelen ser muy equilibrados, tanto física como mentalmente. Suelen ser resistentes a las enfermedades y muy agradecidos. Sin duda, una inmejorable compañía para las personas de edad avanzada.