Si aprecias que tu perro come menos o se queja al comer, es posible que tenga una infección en la boca conocida cómo gingivitis. Este tipo de infección afecta a las encías de los perros haciendo que se inflamen, produciendo un dolor moderado que termina siendo elevado si no se trata con los medicamentos adecuados.
Desde Soyunperro te explicaremos en detalle cómo se origina esta infección, que síntomas presenta y cómo podemos diagnosticarla y tratarla.
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¿Qué es la Gingivitis?
La gingivitis es un tipo de infección que se produce cuando las encías se inflaman. Dependiendo del grado de desarrollo de la enfermedad pueden aparecer úlceras, salivación y dificultades para comer o beber, pudiendo llegar hasta el sangrado de las encías. Si se deja avanzar la enfermedad sin tratamiento puede conducir a las perdidas de dientes.
¿Cómo se origina la Gingivitis canina?
Las gingivitis primarias se originan como consecuencia de la acumulación de sarro que favorece la infección bacteriana, conocida como enfermedad del periodontio.
La placa es una capa fina y amarillenta de bacterias, moco y residuos de alimentos. Puede eliminarse mediante el cepillado o premios dentales. El sarro, en cambio, es más difícil que desaparezca, para ello se puede optar por una limpieza dental en una clínica veterinaria o por añadir huesos en la alimentación del perro (con control, generalmente son huesos grandes).
También pueden aparecer gingivitis como consecuencia a otras enfermedades sistémicas que padezca tu mascota como pueden ser la diabetes mellitus, estados de malnutrición ó inmunosupresión.
¿Es peligroso para mi perro tener Gingivitis?
Cuando la placa bacteriana y el sarro no se eliminan correctamente, es cuando puede comenzar la infección conocida cómo gingivitis. Conforme avanza esta infección, las encías se pondrán mas rojas e hinchadas.
Y aparecerán otros síntomas como:
- Halitosis o mal aliento
- Sangrado de las encías / Úlceras
- Línea de las encías irregular y acumulación de pus
- Molestias al masticar (dolor moderado o elevado)
- Salivación excesiva
La gingivitis produce dolor y, de no se tratarse a tiempo, pueden aparecer abscesos. Estas bacterias pueden ocasionar otitis o migrar a través del torrente sanguíneo, extendiéndose internamente hacia otros órganos, como el hígado o los riñones, con consecuencias fatales para la salud del can.
Por otro lado, si los dientes comienzan a moverse, existe el riesgo de que caigan y el perro pierda varias de sus piezas dentales.
Tratamiento para la Gingivitis
Si es tratada a tiempo la gingivitis puede curarse por completo. El tratamiento dependerá de la fase en la que se encuentre la infección. Si ves que las encías de tu perro están rojas e inflamadas, llévalo con el veterinario urgentemente.
Generalmente el veterinario nos dará el tratamiento más adecuado que consiste en antibióticos, antiinflamatorios y posiblemente algún tipo de enjuague bucal para perros.
Además, deben eliminarse las acumulaciones de placa y sarro en las encías, para que no se vuelvan a inflamar. Para ello es posible que haya que sedar al perro, limpiar y pulir sus dientes para hacer una limpieza de toda la dentadura.
Si la gingivitis es muy grave, veterinario puede realizar radiografías dentales para ver la salud de sus dientes y su masa ósea. En ocasiones también se realizan otras pruebas diagnósticas, como la biopsia gingival, en la que se extrae una muestra de tejido para analizarla.
El pronóstico es generalmente favorable para aquellos casos en que las lesiones son a nivel local. Las complicaciones con otitis son algo más complicadas de tratar, pero tienen un pronóstico favorable también.
No así las migraciones (focos de infección) que se puedan producir a otros órganos internos.
Generalmente y para nuestra suerte, estas últimas son menos frecuentes, puesto que nuestras mascotas nos dan muestras muy rápidas de que algo anda mal en sus encías, y si acudimos al especialista, pronto la solucionaremos.
Cómo evitar la Gingivitis
A diferencia de lo que ocurre con otros padecimientos y enfermedades, que son difíciles de prevenir, en el caso de la gingivitis y de la enfermedad periodontal es más sencillo: lo fundamental es asegurarse de que el perro tiene una buena higiene bucal, evitando que la placa y el sarro se acumulen en sus dientes.
Para ello puedes realizarle un cepillado periódico con cepillos especiales para perros que venden en las tiendas especializadas y en clínicas veterinarias. Allí también podrás encontrar enjuagues bucales y pasta dentrífrica. Muchos de los dentríficos que actualmente se comercializan vienen con dediles, con celdas suaves, que te permiten masajear las encías al tiempo que haces el lavado bucal. El veterinario podrá recomendarte qué es mejor, teniendo en cuenta las características del perro.
Si tu amigo peludo se muestra reticente al cepillado, siempre puedes buscar una alternativa, como el uso de snacks dentales o huesos para perros. Éstos, junto con los juguetes masticables que estimulan la salivación, van muy bien para eliminar el sarro y prevenir la gingivitis.