Existen muchos motivos por los cuales un perro puede tener temblores, principalmente será por dolor, frío o estrés, pero hay más patologías que pueden afectarle ¿Qué debo hacer si mi perro tiembla?.
Conociendo los principales motivos podremos verificar que nuestro perro esté bien o descubrir que le sucede para valorar si debemos acudir a un veterinario. Desde Soyunperro vamos a explicar cuáles son las causas que pueden originar temblores en un perro y las posibles soluciones.
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¿Qué le sucede a un perro cuando tiembla?
El temblor es una respuesta corporal involuntaria que puede deberse a varias causas, desde factores externos cómo las bajas temperaturas a problemas de salud cómo la epilepsia o una intoxicación.
Otras causas a nivel psicológico también pueden hacer que un perro tiemble, cómo el miedo, la ansiedad, el estrés o el exceso de agitación (cómo cuando se ponen muy contentos). Veamos en detalle que le sucede a un perro cuando tiembla, en base al origen del temblor.
Temblores por frío en perros
Los perros tienen una fisionomía muy similar al de los humanos. Por eso, cuando hace frío su cuerpo comienza involuntariamente a producir contracciones musculares con el fin de calentar, las cuales originan el temblor. Al igual que lo hacemos nosotros cuando tenemos frío, nuestros perros tiemblan para entrar en calor.
El movimiento de los músculos durante los temblores, producen calor que nuestro perro aprovecha para aliviar su sensación de frío. Debemos recordar que los perros tienen una temperatura corporal superior a la de los humanos y aunque estén cubiertos de pelo, a veces también padecen frío.
En ocasiones los temblores se producen cuando el perro se moja, algo muy normal ya que el manto de pelo que les protege del frío está mojado y su cuerpo comienza a generar calor mediante estos temblores musculares.
Resumiendo, es completamente normal que un perro tiemble cuando tenga frío. Para evitar que el perro tiemble, simplemente debemos llevarlo a un lugar cálido y evitar que esté mojado o en corrientes de aire.
El perro puede temblar por miedo o estrés
Otra opción común de temblores en perros es por miedo y/o estrés. Es un tema comportamental y psicológico que desemboca en temblores. Por ejemplo, en navidad con los petardos, al estar sus sentidos más desarrollados que los nuestros, escuchan y sienten este sonido multiplicado. Por lo que es frecuente observar este tipo de reacción en esta época.
Como también pasará en cualquier situación que produzca estrés en nuestra mascota, por ejemplo al irnos de casa. Los nervios son también una de las principales causas por las que un perro puede comenzar a temblar. Por ejemplo, cuando hemos pasado un tiempo si ver a nuestro perro y él se emociona mucho al vernos.
Prevenir este tipo de temblores es sencillo cuando se trata de excitación, simplemente debemos practicar técnicas de relajación con nuestro perro y en poco tiempo apreciaremos cómo los temblores disminuyen. Sin embargo, los temblores por miedo son muy difíciles de eliminar, aunque sí podemos ayudar a nuestro perro acudiendo a un etólogo/a.
Para hacer que un perro deje de temblar por miedo también debemos poner en práctica técnicas de relajación, no obligarlo a salir de su escondite, no mirarlo fijamente a los ojos para no intimidarle, hablarle suavemente y mostrarnos muy tranquilos, sin agresividad.
El dolor puede producir temblores en el perro
Por otro lado, existen patologías que producen dolor y por ello posibles temblores. Por ejemplo, la artrosis o dolor muscular debido a un traumatismo o desgaste, que producen temblores en nuestro perro o en algunas partes como por ejemplo en una extremidad. Este tipo de temblores sólo se eliminan solucionando el problema, es decir, con una medicación adecuada a la patología, evitando así el dolor.
Otras enfermedades más graves también pueden producir espasmos musculares o temblores. Por ejemplo: parvovirus, la epilepsia o incluso la ingesta de algún tóxico que produzca el envenenamiento en nuestro perro. Cuando se trata de veneno, es posible que el perro además de temblar tenga vómitos, jadeos y se sienta decaído o con comportamiento extraño.
Si tenemos alguna sospecha de que nuestro perro pueda tener dolor, alguna patología o incluso que haya sido envenenado, debemos acudir al veterinario obligatoriamente. No existe ningún remedio casero que pueda curar este tipo de temblores, debemos tratar el problema original para que estos desaparezcan.
Otras causas por las que un perro puede temblar
Los perros pueden temblar mientras está durmiendo. Este tipo de temblores es totalmente normal, la mayoría de las veces se debe a que nuestro perro está soñando con alguna situación que le produzca excitación o nerviosismo. También es muy común que mientras sueñen jadeen, gruñan o incluso ladren.
El frío puede ser otro de los motivos por lo que nuestro perro tiemble mientras duerme, algo que sabremos si la temperatura ambiente es muy baja. Esto podría ocurrir más a menudo antes cuando era más normal que durmieran en el jardín o en zonas más rurales donde se sigue haciendo. En ese caso podemos taparle con una manta.
Independientemente de los motivos ya mencionados, es posible que nuestro perro pueda tener una bajada de glucosa en sangre lo cual originaría estos temblores. Es algo que se da principalmente en cachorros activos y que se soluciona aportando alimento a nuestro perro o miel para una subida más rápida (mejor en estos casos).
Mi cachorro está temblando ¿Qué debo hacer?
Cuando se trata de un cachorro debemos tomar muchas precauciones ya que su sistema inmune aún no está desarrollado completamente y es más débil. Cualquier problema o enfermedad puede ser mucho más grave para él que para un perro adulto.
Si nuestro cachorro tiembla debemos asegurarnos de que no tiene frío, de que ha comido bien y de que su estado de ánimo sea correcto. Los cachorros como antes hemos indicado, pueden tener bajadas de glucosa si no se les alimenta cada 4-5 horas. Aportarle miel ayuda a producir un pico de glucosa.
No vamos a explicar trucos ni metodologías, si nuestro cachorro tiembla y no sabemos el motivo lo mejor que podemos hacer es acudir a un veterinario o si tenemos confianza con él, llamarle por teléfono y explicarle el problema.
Los cachorros son tan delicados, que recomendamos consultar con el especialista obligatoriamente, aunque sólo sea para descartar otros problemas de origen vírico, ya que las consecuencias pueden ser fatales.