Pericondritis canina – Síntomas, causas y tratamiento

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La pericondritis es la inflamación del pericondrio, situado en el pabellón auricular. Hay varias causas que pueden desencadenar la pericondritis en el perro. Algunas son tan comunes como las alergias o las infecciones de oído.

Veamos en profundidad cuales son las principales causas de esta afección y cómo debemos tratarla, recordando siempre que es imprescindible que sea un veterinario quien lo diagnostique.

Anatomía de la oreja canina

El pabellón de la oreja, también llamado pinna, es una lámina de cartílago que está cubierta por los dos lados por una capa de piel y de pelo. El cartílago es un tejido compuesto por colágeno y fibras elásticas.

Confiere cierta protección al órgano en el que se encuentra. Actúa de sostén, dándole forma, a la vez que permite su movimiento. El pericondrio se encarga de la irrigación del cartílago, ya que este carece de vasos sanguíneos. Cuando el pericondrio se inflama, por diferentes causas, hablamos de pericondritis.

¿Qué es la pericondritis canina?

La pericondritis es uno de los problemas que puede afectar al pabellón auditivo del perro. La oreja puede sufrir daños por lesiones, al ser una parte vulnerable del perro. Es muy fácil que resulte herida, por ejemplo, por un mordisco en una pelea con otro perro o por los arañazos de algún gato.

Pero también se afecta por infecciones en el interior del oído o por procesos sistémicos como enfermedades cutáneas de origen alérgico o autoinmune. La pericondritis se define como la inflamación del pericondrio, que es la membrana que recubre el cartílago, en este caso de la oreja.

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Síntomas de pericondritis en perros

Cuando el pericondrio se inflama vamos a notar una alteración en el pabellón de la oreja que surge de manera repentina. Esta será visible como una especie de bolsa tipo absceso que contiene pus y es muy dolorosa para el perro.

Si el perro está padeciendo alguna infección de oído, tiene una herida de mayor o menor gravedad en la oreja o se rasca en exceso, debemos estar vigilantes porque se encuentra en riesgo de pericondritis.

Otitis externa cómo causa de pericondritis

Hay que tener en cuenta la posibilidad de pericondritis en perros que estén sufriendo una otitis externa, es decir, una infección en la parte más superficial del conducto auditivo. En esta enfermedad es habitual que el perro, debido a las molestias que siente, se rasque la oreja o sacuda la cabeza.

Este cuadro es el que podría llegar a desencadenar un otohematoma y una posterior pericondritis. Por eso es importante que, ante cualquier signo de problema en los oídos, llevemos al perro al veterinario.

Otohematoma causado por una pericondritis

La pericondritis puede aparecer como complicación de un otohematoma o hematoma aural. Este es un cúmulo de sangre en el pabellón auricular, en concreto entre el cartílago y el pericondrio. Normalmente se forma cuando el perro sacude la cabeza violentamente o se rasca con intensidad. Estos signos suelen producirse cuando hay una otitis.

El tratamiento del otohematoma consiste en drenar la sangre. Es importante tratar porque, de lo contrario, la oreja puede quedar deformada. Se intenta evitar que la pericondritis complique el cuadro drenando el hematoma siguiendo unas estrictas normas de asepsia y pautando antibiótico como preventivo.

Por supuesto, estas medidas tiene que realizarlas el veterinario. En los casos leves la limpieza se puede realizar solo con aguja y jeringa. Pero en los más graves hay que recurrir a una intervención quirúrgica.

Heridas por mordeduras

Tras una pelea, es fácil que encontremos alguna herida en el pabellón auricular del perro. Aunque nos parezca una lesión superficial, es importante que la desinfectemos a conciencia. Si la herida es profunda, muy extensa o sangra en exceso, es mejor acudir al veterinario.

Estos consejos se deben a que, si la herida ha sido por mordedura de otro animal, es muy fácil que se infecte y se acumule pus por la cantidad de bacterias presentes en la boca de perros o gatos. Por eso debemos vigilarlas estrechamente para evitar que se compliquen con pericondritis.

Alergias que derivan en pericondritis

Las alergias son cada vez más comunes en los perros. Cuando estos sufren de dermatitis atópica o de alergias alimentarias, también se va a ver afectada la oreja. En concreto, el perro va a sentir picor en el oído y, al rascarse continuamente, se producirán lesiones. Veremos heridas, costras y se caerá el pelo de la zona.

El cuadro puede complicarse con la pericondritis. Otras veces somos nosotros mismos los que desencadenamos este proceso. Por ejemplo, si nos parece que nuestro perro tiene una infección de oído y lo medicamos por nuestra cuenta. Algunos fármacos pueden desecadenar una dermatitis alérgica por contacto.

También, puede originarse una dermatitis tras la picadura de moscas o tábanos. Este tipo de situaciones requieren intervención veterinaria. No solo hay que tratar localmente la oreja, sino buscar la enfermedad desencadenante y controlarla.

¿Cuál es el tratamiento para la pericondritis?

Esta afección requiere asistencia veterinaria. En primer lugar, hay que buscar la causa que está detrás de la inflamación. Si no la resolvemos, podemos tratar los síntomas pero el cuadro se repetirá e incluso complicará.

Para resolver la pericondritis se administran antibióticos por vía oral o inyectable. En función de la gravedad de cada caso, es posible tener que efectuar un drenaje del pus y desinfectar bien la zona.

Bibliografía
Aspinall, V. 2012. Manual completo de la enfermería veterinaria. Badalona. Editorial Paidotribu.
Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.

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