¿Por qué mi perro tiene arcadas? Causas y soluciones

Las arcadas son un síntoma que nos indican que algo está mal en la salud de nuestro perro, desde problemas digestivos, a enfermedades o posibles cuerpos extraños. Otros motivos pueden ser una torsión gástrica o incluso parásitos.

Las causas que pueden provocar arcadas en nuestro perro son múltiples, pero todas tienen algo en común, es necesario acudir al veterinario para que localice el origen. En muchas ocasiones, la consulta debe ser urgente. Veamos con más detalle todo lo relacionado con las arcadas en perros.

Arcadas y vómitos

En numerosas ocasiones, las arcadas van a ir acompañadas de vómitos. Suelen deberse a trastornos digestivos, pero son tantas las causas que pueden provocar el vómito en los perros que se hace necesario acudir al veterinario.

Un vómito de vez en cuando es habitual en estos animales, ya que su reflejo del vómito está muy desarrollado. No es preocupante, pero si los vómitos se repiten o hay más síntomas, la consulta veterinaria se hace imprescindible.

Arcadas por cuerpos extraños

Una causa común de arcadas en los perros es la presencia, en su boca, garganta o esófago, de algún cuerpo extraño. Por cuerpo extraño entendemos fragmentos o astillas de huesos, espinas, anzuelos, espigas, juguetes enteros o en trozos, cuerdas y, en general, cualquier objeto susceptible de quedarse atrapado en esa zona.

En estos casos, además de arcadas, es posible apreciar hipersalivación, boca abierta, nerviosismo, frotamiento intenso de la cara con las patas o contra objetos, etc. A veces, el objeto se queda enganchado en la boca y podemos verlo e incluso retirarlo. Pero solo lo haremos si estamos muy seguros. De lo contrario, podría resultar contraproducente.

Tampoco debemos tirar de una cuerda o de un hilo que se pierde en el interior de la garganta. Si el objeto fuese cortante, agravaríamos la situación. En estos casos hay que dejar actuar al veterinario. Suelen necesitarse radiografías e incluso cirugía cuando se constata que el objeto no va a poder salir de forma natural.

Arcadas por faringitis

La faringitis supone una inflamación de la faringe debida a diferentes causas. Produce arcadas, fiebre, tos, anorexia o dolor al tragar. Es el veterinario quien debe encontrar el origen de la faringitis para poder acertar con el tratamiento. En numerosas ocasiones hay infección que debe tratarse con antibióticos.

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Arcadas por bronquitis

La bronquitis es la inflamación de los bronquios y de los bronquiolos. Los bronquios llevan el aire de la tráquea hasta los pulmones. Los bronquiolos son las ramificaciones de los bronquios.

Sobre todo la bronquitis crónica, va a producir accesos de tos, especialmente después de que el perro realice alguna actividad física, y expectoraciones, además de las arcadas. Es importante seguir un tratamiento veterinario para evitar lesiones de mayor gravedad.

Arcadas por traqueobronquitis

La traqueobronquitis recibe el nombre común de tos de las perreras. Como nos indica su denominación, su síntoma principal es la tos. Pero también produce, en función de la gravedad, estornudos, expectoración, dificultades respiratorias, neumonía, secreción nasal u ocular más o menos purulenta, fiebre, anorexia, apatía o arcadas.

Estas se desencadenan tras episodios intensos de tos. El tratamiento va a depender del cuadro clínico del perro. Es interesante saber que existe una vacuna para prevenir su aparición.

Arcadas por torsión-dilatación de estómago

La torsión-dilatación del estómago es un problema grave y potencialmente mortal. Es más habitual en los perros de tamaño grande. Ingerir grandes cantidades de comida rápidamente, beber agua en abundancia antes o después de realizar ejercicio o una actividad física demasiado intensa se consideran factores de riesgo.

El perro afectado se mostrará muy agitado. Presentará hipersalivación, adoptará posturas extrañas, tendrá el abdomen inflamado, le dolerá el vientre, además de sufrir arcadas. Es imprescindible acudir de inmediato al centro veterinario. El tratamiento suele incluir una intervención quirúrgica. No todos los perros tratados consiguen sobrevivir.

Arcadas por cinetosis

La cinetosis es el mareo que produce el movimiento. Suele ser muy fácil observarlo en los viajes en coche, ya que hay muchos perros que se marean en esta situación. Afecta en mayor medida a los cachorros. Estos perros se van a poner muy nerviosos, notaremos que comienzan a hipersalivar y acaban por presentar arcadas e incluso vómitos.

Es un problema que puede solucionarse con pautas de adiestramiento. El objetivo es acostumbrar al perro, paulatinamente, al movimiento del vehículo. En determinadas situaciones el veterinario puede recetarnos fármacos para controlar la cinetosis.

Arcadas por ingesta de hierba

Aunque circulan diferentes explicaciones al respecto, lo cierto es que, a nivel científico, no está claro por qué los perros, de cualquier sexo o edad, deciden comer hierba. En cualquier caso, lo que sí es seguro es que la hierba tiene un efecto irritante sobre el estómago.

Es esto lo que explica las arcadas e incluso los vómitos tras su consumo. La ingesta de hierba se considera normal, pero, si se convierte en un comportamiento demasiado habitual, conviene que lo consultemos con el veterinario. Además de arcadas, este hábito puede infestar al perro de parásitos internos.

Arcadas por parásitos

Algunos parásitos internos consiguen provocar la aparición de arcadas, entre otros síntomas. Un ejemplo común y abundante, ya que se trata de un parásito muy extendido, son los nematodos.

Se trata de lombrices cuyas larvas, en ocasiones, llegan a acceder a los pulmones. Esta situación es causa de accesos de tos y arcadas. Es más probable que lo observemos en cachorros. Para evitarlo es básico que no descuidemos el calendario de desparasitaciones.

Bibliografía
Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.

María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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