¿Por qué se estiran los perros? Significado

Los perros se estiran igual que lo hacemos nosotros y por el simple motivo y placer de desentumecer el cuerpo tras un tiempo en la misma posición. Pero en los perros hay también varios motivos interesantes alrededor del mecanismo del estiramiento.

Uno de ellos, que además suele resultar muy llamativo, es el estiramiento como parte de la postura de invitación al juego. Pero, en ocasiones, determinadas posturas mantenidas nos advierten de que el perro siente algún dolor o busca una posición para respirar mejor.

Los perros se estiran al despertar

Normalmente veremos que el perro se estira tras levantarse después de un buen rato durmiendo o, por ejemplo, antes de salir de paseo. El motivo es el mismo por el que nos estiramos nosotros, es decir, tan solo responde a la necesidad de estirar el cuerpo tras un tiempo en reposo o en la misma postura.

El perro lo hace apoyando sus patas delanteras en el suelo, totalmente estiradas, y elevando la parte trasera. Otra opción que podremos ver también consiste en estirar las patas traseras.

Normalmente el perro está de pie y estira una pata, apoyando la parte externa de los dedos en el suelo, y, después, la otra. Tras este estiramiento es habitual que el perro concluya el desperezamiento sacudiéndose. Ya está listo para moverse.

La posición de juego para invitar a jugar

En ocasiones el perro adopta la postura de estiramiento, con las patas delanteras apoyadas y la grupa en el aire, pero no es para desperezarse. En este caso, la postura no la va a adoptar tras levantarse, sino cuando quiere interaccionar con nosotros o con otro perro.

Es normal que, además, mantenga la boca abierta y la lengua fuera, ladre en un tono muy agudo repetidas veces, mueva la cola de un lado a otro y salte o incluso nos dé con las patas delanteras. Es su manera de incitarnos a jugar. Si esta escena sucede con un perro de su confianza lo habitual es que este le responda adoptando la misma posición.

Los veremos abalanzándose uno sobre el otro e iniciando un juego de persecuciones, ataques simulados y carreras hasta que uno o los dos se cansen. Por lo tanto, este estiramiento es normal y, es más, deseable. Indica que estamos ante un perro feliz y bien socializado.

¿Cuándo significa enfermedad si un perro se estira?

En ocasiones, si el perro se mantiene en una posición anormal y además notamos otros síntomas podríamos estar ante alguna patología de origen digestivo, cardíaco o respiratorio que va a necesitar atención veterinaria. Puede indicarnos una enfermedad de gravedad.

Se diferencian dos posiciones anómalas. La primera recibe el nombre de postura de oración o de rezo y es igual a la descrita para la invitación al juego. Suele ser una señal de dolor. La segunda es la postura ortopneica, que es la que adopta el animal cuando necesita conseguir más aire.

Para ello se mantiene de pie con las patas delanteras abiertas o sentado con el cuello estirado, en el intento de lograr hacerse con más oxígeno. En ambos casos estamos ante un problema que debe tratar el veterinario.

Mi perro se estira por problemas digestivos

La postura anormalmente estirada en un perro que, además, se acompaña de vómitos, sangrado, diarrea, inflamación abdominal o dolor es motivo de consulta urgente con el veterinario. Las causas más frecuentes son las siguientes:

  • Torsión-dilatación de estómago: grave afección en la que el estómago se dilata y llega a girar sobre su eje. Provoca dolor, inflamación abdominal, nerviosismo, hipersalivación, etc. La torsión gástrica necesita intervención quirúrgica.
  • Pancreatitis: inflamación del páncreas que resulta muy dolorosa y provoca vómitos intensos, deshidratación, diarrea e incluso shock. Puede resultar mortal.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal: es una enfermedad crónica que puede ocasionar episodios de dolor agudo puntuales. Se manifiesta mediante vómitos, pérdida de peso o diarrea.
  • Úlcera gastroduodenales: es una lesión en el aparato digestivo que se presenta con sangrado, que veremos en heces o en vómitos, además de adelgazamiento y dolor. La sangre puede ser fresca o digerida.
  • Abdomen agudo: no es una enfermedad, sino un síntoma que puede detectarse en varias afecciones graves, como la peritonitis o la rotura de la vejiga. Causa mucho dolor y si el perro no recibe tratamiento rápido entrará en shock. Hay que operar.

Los perros se estiran si no pueden respirar

Otras veces el problema no se localiza a nivel digestivo, sino que el perro mantiene una postura anormal con el cuello estirado porque alguna circunstancia está dificultando su respiración. Entre las causas más comunes que afectan tanto a las vías respiratorias como al corazón, destacamos:

  • Insuficiencia cardíaca congestiva: en estos casos el corazón no funciona bien, con lo que falta el oxígeno. El perro presentará intolerancia al ejercicio, anorexia, adelgazamiento, tos, edemas, cianosis o cansancio acusado. Por supuesto, requiere tratamiento veterinario.
  • Neumonía: en las neumonías más graves el perro va a padecer considerables dificultades respiratorias. Habrá fiebre, tos, apatía, etc. También tiene que verlo el veterinario. Se considera una urgencia.
  • Derrame pleural: se trata de un signo causado por alguna patología que provoca la acumulación de sangre o de suero en el tórax, lo que impide el funcionamiento normal de los pulmones. Es una situación muy delicada, siendo urgente acudir al veterinario.

Bibliografía
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Carlson y Giffin. (2002). Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.
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García-Sancho, Rodríguez-Franco y Sainz. (2009). «Enfermedad inflamatoria crónica del intestino delgado del perro. Comparación de índices de actividad». Revista Complutense de Ciencias Veterinarias. 3-1. pp. 48-61.
Jiménez y Gil. (2018). «Síndrome de dilatación-torsión gástrica». Portal Veterinaria.

María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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