¿Por qué mi perro se tumba al sol?

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Resulta curioso cómo incluso en los días más calurosos del verano los perros pueden pasar largas horas tumbados al sol, y es que más allá de lo placentero que es recibir la caricia de los rayos solares su organismo es sabio y los incita a permanecer tumbados al sol para cuidarse.

Cuando veas a tu mascota plácidamente tumbada al sol está restableciendo ciertos déficits, físicos o emocionales, que solo esta poderosa estrella puede solventar. Si quieres saber por qué los perros se tumban al sol, no te pierdas ni un solo detalle, te lo explicamos.

Las 5 razones por las que tu perro se tumba al sol

Son varios los motivos por los que tu mascota buscará el sol y optará por tumbarse para recibir el calor y los beneficios que este le proporciona. Presta atención.

1. Necesita hacer acopio de vitamina D

Como sabes, porque también nos sucede a los humanos, la exposición al sol favorece la creación de vitamina D y esta, a su vez, facilita la metabolización del calcio y del fósforo. Minerales indispensables para el desarrollo y buen estado de huesos y dientes, y para prevenir enfermedades óseas como, por ejemplo, la osteoporosis.

La vitamina D es liposoluble y ello conlleva que sea almacenada en el tejido adiposo y que permanezca por más tiempo que otras vitaminas en el organismo. Por tanto, no necesitas ofrecer alimentos ricos en vitamina D ni suplementos a tu perro. Con una exposición moderada y regular al sol será suficiente.

No obstante, a diferencia de la recepción cutánea de los humanos, los canes reciben este trueque de radiación solar y vitamina D a través de su pelo. Esto hace que el proceso sea más lento e insuficiente para alimentar sus reservas totales. Así, los verás lamerse para aprovechar una mayor cantidad de esta vitamina que toma la textura de un aceite.

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Otros beneficios de la vitamina D

Además de para fortalecer los huesos y los dientes, esta vitamina resulta decisiva en el desarrollo y buen estado de los músculos, evitando que se atrofien. Eso sí, el ejercicio físico diario es su aliado natural. La vitamina D promueve la señal nerviosa que materializa las contracciones musculares, algo especialmente relevante para las razas corpulentas.

Por otro lado, esta vitamina está directamente relacionada con el reloj biológico y el vigor del sistema inmunológico del animal. Cuanto más regulares sean los ciclos circadianos en mejores condiciones estarán sus defensas para contrarrestar posibles enfermedades. Esta es una de las razones por las que los paseos matutinos al sol son más que recomendables.

2. Es una forma de sentirse mejor

El contacto con la radiación solar estimula la liberación de serotonina, también llamada hormona de la felicidad al actuar como neurotransmisor en la regulación del estado de ánimo. Cuando tu mascota se tumba al sol busca sentirse mejor y quizás, desplazar la sensación de soledad. Se trata de un excelente recurso natural para prevenir la depresión.

3. Para conciliar el sueño

Tomar el sol estimula la liberación de melatonina, la hormona que interviene en la conciliación del sueño y en la calidad de este. No obstante, que tu perro se quede dormido al sol entraña ciertos riesgos si lo hace por un tiempo prolongado. Podría quemarse o sufrir un golpe de calor.

4. Para entrar en calor

Especialmente los razas de pelo corto como, por ejemplo, los Chihuahua buscarán el cobijo del sol para atemperar su cuerpo en los fríos días del invierno.

5. Para aliviar el dolor articular

Los perros ancianos cuentan con un manto debilitado, incapaz de culminar la creación de vitamina D tras la exposición solar. Por ello, se sentirán destemplados y buscarán el sol para calentarse. Si padecen patologías reumáticas como la artrosis, el contacto con el sol les ayudará a mitigar ese dolor articular como si de un analgésico natural se tratara.

Siempre con moderación

Pese a que recibir la radiación solar es una rutina muy saludable para tu mascota siempre debe realizarse con moderación, sobre todo, durante la época estival. En los canes en crecimiento el exceso de calcio, derivado de una exposición incontrolada, puede provocar alteraciones en el sistema nervioso, en el muscular o malformaciones bucales.

Por tanto, conviene restringir el contacto solar prolongado y evitar las horas centrales del día durante el verano, así como aplicar protectores solares, sobre todo, a los perros de manto blanco o de pelo corto. Estas son otras de las pautas con las que podrás prevenir los golpes de calor y las insolaciones de tu mejor amigo:

  • Déjale siempre agua a su disposición.
  • Humedece su cabeza cada cierto tiempo si las temperaturas son muy elevadas. Este gesto resulta determinante, ya que de no tratar un golpe de calor este podría degenerar en una insolación y acabar con un desenlace fatal.
  • No rasures su pelo. Las razas que cuentan con un doble manto logran adaptarse a los cambios térmicos gracias a él mientras que los canes de pelo muy corto son más vulnerables a los rayos ultravioletas. Para los primeros es imperativo vigilar el tiempo y humedecer el manto. Para los segundos, utilizar un bloqueador solar para perros.

No prescindas de los paseos al sol

En definitiva, que tu perro disfrute tomando el sol no debería preocuparte, ya que si sus necesidades básicas están cubiertas este gesto no indica ninguna patología. Eso sí, deberás vigilar que no exceda de las 2 horas consecutivas y que no lo haga cuando la radiación es más directa e intensa.

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