El síndrome de Addison o hipoadrenocorticismo es una enfermedad de origen hormonal que no es muy común en los perros. Pero conviene conocerla, pues suele confundirse con otras y un mal diagnóstico nos llevaría a medicar al perro ineficazmente.
Aunque su detección no siempre es rápida, por suerte se dispone de medios para detectarla de forma sencilla. Y además existen tratamientos efectivos para que nuestro perro puede llevar una vida totalmente normal.
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¿Qué es el síndrome de Addison?
La enfermedad de Addison fue descrita en humanos por Thomas Addison en 1855 al extirparle a ratas las glándulas suprarrenales, de ahí su nombre. Las glándulas suprarrenales o adrenales son dos cápsulas pequeñas que se localizan sobre los riñones y producen mineralocorticoides y glucocorticoides.
Los mineralocorticoides regulan las concentraciones de electrolitos (sodio, cloro y potasio). Los glucocorticoides, intervienen en el metabolismo de los glúcidos, reducen la inflamación y deprimen el sistema inmunológico. La liberación de corticosteroides está controlada por la glándula pituitaria mediante la producción de la hormona ACTH.
Esta deficiencia puede originarse por la concurrencia de varias causas y afectar a la producción tanto de glucocorticoides como de mineralocorticoides. Cuando solo se debe a una insuficiencia de los primeros se denomina hipoadrenocorticismo atípico, aunque la enfermedad suele progresar y afectar también a los mineralocorticoides.
¿Cómo se origina el síndrome de Addison en un perro?
Esta patología puede deberse a la existencia de alguna enfermedad que destruye las glándulas suprarrenales. Pueden ser infecciones, tumores, metástasis, atrofia causadas por mecanismo autoinmunes, lesiones inflamatorias o degenerativas, infarto adrenal, con la consiguiente pérdida de la funcionabilidad cortical por necrosis, el consumo de algunos fármacos, en resumen cualquier condición patológica que determine la pérdida de la función de la corteza adrenal.
La administración prolongada de corticosteroides que nos puede prescribir el veterinario para diferentes circunstancias también pueden ser causa del Addison, en este caso secundario. Esto sucede porque estos fármacos tienen entre sus efectos la suspensión de la actividad de las glándulas suprarrenales.
Y hablamos de administración prolongada en «mayúsculas», un tratamiento de 5 días de corticosteroides no provoca un Addison, si tu veterinario te lo la indicado es seguramente por causas muy justificadas.
Produce la manifestación aguda del síndrome, que es un cuadro grave con shock y colapso circulatorio denominado crisis addisoniana. Se debe al déficit de glucocorticoides. Por último, también son causa de esta patología fármacos empleados para tratar la enfermedad de Cushing, como el mitotano o el trilostano.
¿Qué perros padecen el síndrome de Addison?
Esta enfermedad es más frecuente en perros jóvenes, especialmente hembras, lo que no quiere decir que el hipoadrenocorticismo no pueda manifestarse en otros perros de cualquier sexo o edad.
También se ha visto que hay razas con mayor predisposición a este síndrome, como el Gran Danés, el Rottweiler, el Perro de Aguas Portugués, el Caniche, el West Highland White Terrier, el Leonberger, el Bearded Collie o el Basset Hound.
Síntomas del síndrome de Addison
Los síntomas de esta enfermedad son realmente inespecíficos, lo que quiere decir que van a ser compartidos por muchas otras dolencias. Este hecho puede retrasar el diagnóstico y hace que la enfermedad se encuentre infradiagnosticada. Los signos clínicos más comunes son los siguientes:
- Letargo. Debilidad muscular generalizada, que puede llegar a manifestarse como megaesófago.
- Hipoglucemia. Vómitos intermitentes.
- Diarrea intermitente. Bradicardia, que es el descenso de la frecuencia cardíaca normal.
- Tensión baja. Colapso aparentemente sin motivo.
- Anorexia, a pesar de un aumento muy significativo del hambre.
- Polidipsia, que es un aumento en la ingesta de agua.
- Poliuria o incremento en la eliminación de orina.
- Adelgazamiento. Temblores.
- Sangre en heces o en vómitos. Deshidratación.
- Hipotermia, es decir, baja temperatura. Dolor abdominal.
- Pérdida de pelo. Se hace más susceptible al estrés.
- Alteraciones cardíacas y neuromusculares ( debido al aumento del potasio en sangre).
- Adipdia ( no siente sed a pesar de estar deshidratado)
- Hiperpigmentación de la piel ( sólo en la insuficiencia primaria)
La enfermedad de Addison predispone a que el perro padezca de queratoconjuntivitis seca u ojo seco, ya que puede destruir parcial o totalmente la glándulas lacrimales. También se ha vinculado a la aparición de úlceras corneales.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de Addison?
Si se sospecha que el perro padece este síndrome o ya hemos descartado otras enfermedades, podemos confirmar o descartar Addison realizando una prueba de estimulación con ACTH. El resultado es positivo cuando el perro no responde a la inyección de ACTH con un aumento en la producción de cortisol en sangre.
Otras pruebas son la determinación de cortisol basal, los niveles de ACTH endógena o de aldosterona plasmática. Además, una analítica presentará modificaciones sugestivas de esta enfermedad, pero que también pueden encontrarse en muchas otras, como aumento del potasio y del calcio y disminución del sodio, las proteínas, el colesterol y la glucosa.
También puede recurrirse al diagnóstico por imagen. Por ejemplo, una ecografía puede mostrar las glándulas adrenales de un tamaño más pequeño que el normal, lo que resulta sugestivo de la presencia de este síndrome.
Tratamiento para el síndrome de Addison canino
En los casos agudos en los que se ha llegado al shock debido a una insuficiencia suprarrenal aguda, el tratamiento comprende la administración de corticosteroides y de fluidos por vía intravenosa. La respuesta suele ser satisfactoria.
Los casos crónicos se controlan con medicación diaria basada en la cortisona. Esta tiene que administrarse de por vida en la dosis determinada por el veterinario, que va a depender de la gravedad de la insuficiencia.
Los tratamientos para esta enfermedad han progresado mucho en los últimos años, llegando a ser posible realizar un tratamiento con una simple inyección intramuscular cada 30/60 días, de Zycortal. El Zycortal ha demostrado ser más efectivo que el uso oral diario de cortisona.
Además del tratamiento a base de fármacos, es recomendable modificar la alimentación de nuestro perro utilizando una alimentación baja en grasas y muy digerible. La alimentación BARF puede ser una excelente opción, si se opta por pienso comercial, debe ser hidrolizado y de alta calidad.
El pronóstico suele ser favorable siempre que se diagnostique a tiempo y no existan daños irreversibles en riñón, corazón y otros órganos de la economía animal, que realmente los involucra a todos de alguna manera.
Bibliografía
Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.
García San José, Clares Moral y Pérez Alenza (2017): Diagnóstico del hipoadrenocorticismo canino y felino. Etiología de la enfermedad, diagnóstico clínico y laboratorial. Portal Veterinaria.