¿Cómo saludan los perros a las personas o a otros perros?

Al igual que lo hacemos las personas, los perros saludan cuando se encuentran con nosotros, con sus congéneres o con otros animales. Si nos fijamos en esta situación observaremos que se desarrolla todo un ritual.

Básicamente los perros repetirán los mismos gestos. Esto nos permitirá determinar si el saludo es amistoso y, por tanto, podemos relajarnos, o se trata del preludio de un conflicto, caso en el que podremos intervenir precozmente para evitar problemas mayores.

El ritual del saludo canino

Como bien sabemos, los perros son animales sociables, con una genética forjada en la vida en manada, con nosotros los seres humanos e incluso con otros animales con los que comparten, en mayor o menor grado, trabajo o vivienda. Por ejemplo gatos, aves de corral, conejos, caballos, ovejas, etc.

Al desarrollar su vida como parte de un núcleo familiar más o menos extenso, es normal y fundamental que sepan cómo establecer relaciones entre todos los componentes para mantener el equilibrio y no dar lugar a problemas. El saludo ayuda a forjar y a conservar las relaciones dentro de la familia.

El saludo entre los perros

En general, los perros, cuando se saludan, realizan siempre los mismos gestos. El saludo supone un primer contacto entre los animales y el resultado final puede ser positivo, si los perros se aceptan sin problemas, o negativo, ya que puede surgir un conflicto entre ambos. Los perros, al detectarse, se acercarán adoptando una postura corporal determinada.

Por ejemplo, algunos llevarán la cola entre las patas traseras, mientras que otros la mostrarán en alto, moviéndola con rapidez y cortos movimientos en el plano horizontal. También es posible que recurran a las vocalizaciones. Así, habrá ejemplares que ladren muy agudo, otros gruñirán o ladrarán de una manera amenazadora, llorarán, etc.

La posición de las orejas, el estado de tensión de todo el cuerpo, la mirada, el intento de olfatear o no o el erizamiento del pelo a lo largo de la cruz y la columna son otros datos a los que debemos prestar atención para saber si el perro muestra una predisposición amistosa o todo lo contrario.

El saludo canino paso a paso

Una vez cerca y decidida la actitud que adopta cada perro, lo habitual es que se olfateen el hocico, las orejas y, sobre todo, el trasero. Este gesto resulta llamativo para las personas, pero tiene una sencilla explicación. En el ano hay un par de glándulas que se encargan de segregar un líquido que lubrica las heces y proporciona al animal su olor personal.

Este es lo que le interesa al otro perro, ya que da información sobre el sexo, la edad, el estado de salud, el celo, etc. También es normal que uno de los perros ponga su cabeza sobre la cruz del otro. Si todo este ritual de gestos y olfateos resulta satisfactorio, ambos perros comienzan a jugar o, simplemente, se ignoran, en función de las circunstancias.

Existen posturas típicas de invitación al juego, bajando patas delanteras y cabeza al suelo y elevando la grupa. Hay que saber que el perro desplegará esta conducta o, al menos, lo intentará, cuando se encuentre con otros animales. Por otra parte, el perro saludará a cualquier congénere por la calle o a otros ejemplares con los que conviva varias veces al día.

El saludo de peros a personas

A la hora de saludarnos a nosotros el perro cambia detalles de su ritual. Para empezar, nosotros ni reaccionamos igual que otro perro ni caminamos a cuatro patas. Esto hace que se nos acerquen moviendo el rabo.

Aunque tradicionalmente se ha interpretado como una señal de alegría, lo cierto es que, en realidad, expresa inquietud. Es el conflicto entre el deseo de acercarse hacia todo lo bueno que representamos para él y la incertidumbre ante un animal gigante y bípedo. Además, va a intentar aproximarse hacia nuestra cara.

Le viene del instinto de cachorro de solicitarle alimento a su madre con lametones en el hocico y toques con las patas. Por eso algunos perros tienen la manía de subírsenos encima o intentarlo, volviendo a esa posición del cachorrito que fueron.

Cómo saludar a un perro correctamente

En principio debes fomentar conductas tranquilas. Si tu perro se te acerca y te olfatea, puedes acariciarlo. En cambio si te salta encima o no para de moverse a tu alrededor, ignóralo hasta que esté calmado.

Hazle caso solo entonces y enseguida se dará cuenta de que ese comportamiento es el que buscas. En cuanto a perros desconocidos, lo mejor es que los ignores y solo si ellos se te acercan con tranquilidad y de forma amistosa podrás acariciarlos levemente en zonas seguras, como la parte superior de la cabeza.

Mi perro se pelea con otro

Lo mejor cuando se encuentran dos perros es que dejemos que ellos interactúen a su manera, salvo que veamos que se está gestando una agresión. De hecho, muchas veces el desencadenante de un saludo agresivo es la reacción del cuidador. Este se tensa al pensar que va a haber problemas y esa tensión se transmite, sin que se dé cuenta, a su perro.

El resultado es que este se pone nervioso y es fácil que ataque sin que en realidad el otro perro haya hecho nada que justifique su reacción. La clave en este caso es educar al humano para que esté tranquilo. Se puede practicar buscando interacciones con otros perros de familiares y amigos que se sepan inofensivos.

Es posible encontrarse con ellos en un lugar seguro donde se relacionen sueltos. Sin intervención humana lo más probable es que se saluden con normalidad. Pero a veces un perro reacciona mal ante otros porque ha recibido una mala socialización. En ese caso un etólogo o veterinario especializado en conducta canina puede ayudarnos a solucionarlo.

Bibliografía
Morris, Desmond. 1988. Observe a su perro. Barcelona. Plaza & Janés.

María Besteiros

Auxiliar Técnico Veterinaria y presidenta de una protectora de animales. Desde niña mis intereses giraron alrededor de los animales, la lectura y la escritura, por eso me formé para ejercer como ATV y me doctoré en Filoloxía Galega. Además, estoy vinculada a la protección animal a través de protectoras. En la actualidad soy casa de acogida de siete perros y cinco gatos. Escribir sobre perros es una forma de compartir los conocimientos que he adquirido sobre ellos a lo largo de los años, a la vez que me permite unir mis profesiones.

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