Dipylidium caninum y tenia en perros

Son muchos los ectoparásitos o parásitos externos que pueden afectar a nuestra mascota, entre ellos las pulgas. Por ejemplo, las del género Ctenocephalides felis y canis son hospedadoras intermediarias entre el cestodo (Dipylidium caninum) y los humanos.

Tenia vulgarmente se denomina al cestodo (gusano plano) que produce esta enfermedad. Esta se da en nuestro perro al comerse una pulga la cual ha ingerido este cestodo. Desde Soyunperro te contaremos los aspectos generales de esta enfermedad.

Ciclo y contagio de la tenia

La tenia produce esta enfermedad la cual se da en perros (aunque también puede afectar a niños, por lo que se considera una zoonosis) tras haber ingerido una pulga (más infrecuente piojos) con el parásito en su interior.

El ciclo comienza cuando las larvas de pulgas se alimentan de materia orgánica o heces de perro, ingiriendo lo que se denomina como proglótides (con huevos en su interior) y que este a su vez ha sido expulsada por un hospedador definitivo como puede ser el perro mediante las heces. Cuando el perro ingiere dicha pulga, en él se desarrolla el cestodo adulto.

Los Dipylidium caninum adultos se encuentran en el intestino delgado del perro  infectado. Tienen entre 15 y 70 cm de longitud y se adhieren a la mucosa intestinal. Los perros pueden comenzar a eliminar las proglótides tan pronto como 2 a 3 semanas después de la infección. En ausencia de hospedadores intermedios apropiados, el ciclo de vida no puede continuar.

Imagen: https://www.cdc.gov/dpdx/dipylidium/index.html

¿Cómo saber si mi perro tiene una tenia? Síntomas

Dipylidium Caninum no suele causar una enfermedad significativa y síntomas extremadamente frecuentes y notables en perros. Suele ser por tanto a asintomática en nuestros perros.

Cuando se presentan signos, pueden incluir:

  • Dolor abdominal.
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Prurito anal leve asociado con proglótides (secciones del cestodo o gusano plano) en el área perianal.

En humanos, las infecciones ocurren ocasionalmente, principalmente en niños que adquieren la infección al ingerir huéspedes intermediarios como pulgas.

Diagnóstico

La visualización de las proglótides (secciones del cestodo) en la zona perianal, en las heces o en los alrededores de los hospedadores, relacionado con la presencia de pulgas y/o piojos facilita el diagnóstico.

También puede ser observado al microscopio por el veterinario los huevos que sueltan las proglótides en la técnica de flotación fecal (análisis coprológico).

Sin embargo, debido a que las proglótides no se distribuyen uniformemente en la materia fecal y los huevos no flotan de manera constante, la flotación fecal por sí sola es insensible para diagnosticar la infección por tenia en perros.

Tratamiento y prevención

El prazicuantel es el fármaco de elección para las infecciones por cestodos, siendo el único fármaco utilizado a gran escala para la esquistosomiasis humana.

En especies veterinarias, se encuentran disponibles formulaciones de praziquantel orales, tópicas e inyectables para su uso contra cestodos y trematodos. No se debería de usar en perros de peso inferior a 2 kg. A veces una sola dosis no es suficiente y puede que se necesite repetir el tratamiento al cabo de unas semanas.

El control de esta parasitosis en perros exige tratamiento y prevención. Desparasitando a los animales contra parásitos externos e internos de forma regular se está haciendo las dos cosas al mismo tiempo. La mejor prevención es controlar las pulgas en las mascotas y en el medio ambiente.

Esto se podrá hacer mediante varios métodos como pipetas, collares y pastillas. Siendo más frecuente y necesario en primavera y verano, pero recomendable todo el año.

Todos los animales que convivan deben tratarse al mismo tiempo para prevenir una reinfestación. Es fundamental efectuar una buena limpieza para evitar recurrencias y diseminación de la infestación después del tratamiento. Toda zona que pueda estar sucia con heces u otro tipo de desechos debe limpiarse en profundidad y desinfectarse.

Recoge siempre las heces de tu perro, especialmente en zonas públicas. Recógelas con una bolsa y deséchalas en la basura. Evita también que tu perro ingiera animales muertos.

Esta enfermedad no conlleva grandes síntomas, pero tu perro se quedará más aliviado si adquirimos un antiparasitario y le tratamos. No obstante, siempre es mejor prevenir que curar, por lo que recomiendo el uso de antiparasitarios preventivos durante todo el año para evitar esta y otras posibles enfermedades transmitidas por ectoparásitos o parásitos externos.

Bibliografía
Información proporcionada por la asignatura parasitología de la Universidad Alfonso X el Sabio y por la CAPC (Companion Animal Parasite Council)

Vet. Miguel Fraga García-Yanes

Graduado en veterinaria en la universidad Alfonso X El Sabio (Madrid). Colegiado 8917 en Madrid. Ampliando conocimientos en cirugía de tejidos blandos, endoscopia y dermatología. Interés por los animales desde muy pequeño y en compañía de Max desde hace 11 años.

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