No hay mejor noticia que la llegada de un nuevo bebé a casa, un nuevo miembro de la familia que nos llenará de gozo y alegría. Pero si tenemos perro, la situación puede complicarse un poco por lo que es prácticamente obligatorio preparar a nuestro perro para la ampliación familiar.
La mayoría de los perros son cariñosos, respetuosos y sumisos por lo que siguiendo estos sencillos consejos no debería haber ningún problema. Pero algunos perros son dominantes, agresivos y posesivos… y estos van a necesitar ayuda profesional, tal y cómo explicaremos a continuación.
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Modificando las rutinas del perro ante la llegada del bebé
Los perros son animales rutinarios a niveles generales, al igual que lo somos nosotros los humanos. Si nuestro perro está acostumbrado a salir a determinados horarios para hacer pis y caca o dar paseos, debemos pensar en si esos horarios van a ser compatibles cuando el bebé llegue a casa. Es muy interesante hacer un pequeño organigrama e ir acostumbrando poco a poco a nuestro perro a sus nuevos horarios, en el caso de que haya modificaciones.
Prepara la casa para el bebé, pon su cuna, sus juguetes y demás complementos que todo bebé necesita a su vista. Que los vea, que los huela y que sepa que debe respetarlos (no son sus juguetes). Es importante que nuestro perro se socialice con todos los nuevos complementos antes de que el bebé llegue.
Medita sobre el tiempo que le vas a dedicar a tu perro. Todos queremos a nuestros perros con locura, pero si un bebé necesita de nuestra atención es completamente comprensible entender que quizás tengamos que restar tiempo de muchas otras partes, cómo por ejemplo nuestro perro (entre tantas cosas).
Siendo realistas, si no vas a poder dedicarle el mismo tiempo que ahora a tu perro, es mejor que vayas disminuyendo el tiempo poco a poco antes de que llegue el bebé. El no debe asociar su falta de tiempo contigo con la llegada del bebé, por eso es importante hacerlo mucho antes.
Sé responsable y consciente de que el perro es también parte de tu familia, cuando decimos que medites sobre el tiempo que le dedicas, es porque suponemos que le dedicas todo tu tiempo libre. Pero si sólo le dedicas unas horas al día, organiza bien tu tiempo, el también te necesita.
Introduce nuevos olores en la casa, comienza a usar o poner en alguna zona de la casa, colonia de bebé y algún que otro pañal. Introducir los olores es algo súper positivo ya que es su sentido más desarrollado.
Todos sabemos que los bebés pasan unos días en el hospital antes de que puedan ir a casa. Coge los pañales sucios (usados) de tu bebé y llévalos a casa, deja que el perro los huela y reconozca el olor.
Cómo presentar al bebé y al perro
La presentación es fundamental para una buena convivencia, ya que marcará la primera impresión en nuestro perro y debe ser positiva. Es fundamental tener muy claro que nuestro perro no es agresivo, si sospechamos que puede serlo, lo mejor es acudir a un adiestrador profesional (sin duda). Si está entre las razas de perro recomendadas para convivir con niños y ha sido bien educado, no deberías tener problema, aunque nunca está de más ser precavido.
En el caso de que tengamos la total certeza de que nuestro perro no es agresivo, cuando lleguemos a casa debemos dejar que se acerque a saludarnos y saludarle con naturalidad. También hay que dejar que huela al bebé, obviamente con precaución y siempre con la presencia de otro adulto por si acaso, pero es muy positivo que el voluntariamente quiera oler al bebé por mera curiosidad.
Si intenta chuparlo / darle unos lametones debemos dejarle también, es una muestra de respeto y cariño. La presentación debe ser con buena armonía, tranquilidad y sonrisas, los perros detectan el estado de ánimo y si nos ven preocupados o nerviosos pueden ponerse nerviosos ellos también.
El comportamiento debe ser igualitario para evitar celos en nuestro perro, cuando hagamos mimos al bebé debemos hacerle también a el, todos son parte de la familia. Dejar al perro de lado, no dejar que se acerque o apartarlo, es muy contradictorio. Recuerda que debes educar al perro y al niño, para que ambos se respeten, cuando crezca el bebé.
Respeta los paseos del perro, sus cariños e incluso dedícale tiempo en exclusiva a el. Un perro atendido rara vez presenta celos.
Precauciones a tomar con el perro ante la llegada del bebé
Todos los perros son buenos, o por lo menos eso piensan sus dueños y lo cierto es que más o menos es así. Los perros son buenos por naturaleza pero si no han sido educados o han recibido una mala educación, pueden ser agresivos y peligrosos.
Qué nuestro perro sea respetuoso con nosotros no significa que lo vaya a ser con el bebé, debemos conocer su carácter en general con cualquier otro niño, por la calle, en el parque, etc… Incluso su carácter con otros perros. Si nuestro perro ha presentado o presenta cualquier signo de agresividad, o sospechamos que puede ser agresivo, debemos acudir a un adiestrador profesional de forma obligada. Sólo el puede preparar el terreno para la llegada del bebé.
Si nuestro perro es un bonachón y estamos cien por cien seguros de que no va a pasar nada, podemos seguir los pasos indicados en este artículo pero siempre con supervisión. No hay que dejar nunca, bajo ningún concepto, solos a un bebé y a un perro.
Debemos observar su comportamiento durante muchos meses tras la llegada del bebé para asegurarnos de que no hay celos ni cambios de carácter. A niveles generales no los hay y todo sale bien, pero eso no significa que hay que bajar la guardia.
Utiliza el sentido común, si tu perro pesa cincuenta kilos quizás sea interesante prestar a atención a los juegos, los perros pueden hacer daño sin querer, intentando jugar.