Los ladridos son el sonido más característico que emiten los perros y sirven para expresar diferentes emociones o percepciones. Que un perro ladre es algo perfectamente natural y esperado, pero los ladridos excesivos pueden convertirse en un problema de comportamiento y un motivo de conflicto con los vecinos.
En este sentido, hoy hablaremos de dos preguntas que muchos nos hacemos: “¿Por qué mi perro ladra cuando oye a los vecinos?” y “¿Qué debo hacer si mi perro ladra mucho?”. ¡Veamos cuáles son las respuestas!
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¿Por qué ladran los perros?
Si bien los perros utilizan principalmente su lenguaje corporal para interactuar entre sí y con otros individuos, las vocalizaciones y sonidos que emiten también cumplen un rol importante en su sistema de comunicación. Aparecen, por lo general, cuando el can desea emitir una señal de alerta, y los ladridos son una manera muy eficaz de captar la atención de sus tutores u otros individuos.
El “detalle” es que son muchas las razones por las que un perro puede tener la necesidad de llamar la atención o advertir a otros perros y personas. Por ejemplo, la presencia de desconocidos en su territorio, un estímulo muy intenso o repentino, movimientos bruscos, etc.
Entonces, para entender por qué un perro ladra o qué quiere decir tu perro cuando ladra, es fundamental que pongas atención a su comportamiento y a los estímulos que suceden en su entorno cuando los ladridos aparecen. De esta manera, será más probable que identifiques la causa específica de esta reacción y sepas qué hacer para prevenirla o reducir su frecuencia.
¿Por qué ladra mi perro cuando oye a los vecinos?
No hay un único motivo por el que ladran los perros, sino que la causa y el significado de esta reacción depende tanto del contexto como de la personalidad de cada peludo. De hecho, hay razas que naturalmente tienden a ladrar mucho más que otras, entonces si buscas un compañero más silencioso, puedes inclínate por una de las razas de perros que menos ladran.
Pero, si percibes que tu perro ladra cuando oye a los vecinos, es decir, en esta situación puntual, las explicaciones más probables son:
Protección de Territorio
No importa si tu peludo ha sido o no entrenado para ser un perro de guarda, la territorialidad o el instinto de proteger su territorio, está presente en todos los perros (y animales en general). Por ello, tienden a reaccionar cuando perciben la presencia de extraños en lo que ellos entienden como su territorio.
En este contexto, los ladridos aparecen para advertir a los “intrusos” y solicitar que se retiren. Y no es necesario que estas personas intenten efectivamente ingresar a su hogar. De hecho, un perro que vive en un piso puede ladrar cuando oye a los vecinos en el pasillo, o bien cuando los ve llegar desde una terraza o balcón.
Vale la pena resaltar que, si bien la manifestación de la territorialidad está relacionada con los comportamientos instintivos de los perros y la genética de cada individuo, también depende de la educación y la socialización que cada perro recibe.
Por ello, la mejor manera de evitar que tu perro ladre mucho, es socializarlo correctamente (de preferencia desde una temprana edad) y no reforzar esta conducta (por ejemplo, no darle una golosina o un juguete cada vez que tu perro ladre para que deje de hacerlo).
Señal de alerta
Esta es, básicamente, la principal razón por la que los perros ladran. En gran parte de los casos, el ladrido aparece como una alarma que sirve para captar la atención de su grupo social (ya sean personas u otros perros), y advertirles sobre un estímulo extraño o una situación potencialmente peligrosa.
Si tu perro ladra cuando oye a los vecinos y lo hace con ladridos cortos y graves, probablemente quiere que pongas atención a esta situación. Quizás porque tus vecinos hacen algún ruido extraño o distinto cuando llegan a su hogar… Y de ser este el caso, lo más probable es que tu perro deje de ladrar cuando te acercas a ver qué está sucediendo, porque ya ha logrado su objetivo, que era alarmarte.
Cambios en el ambiente
A veces, cuando un perro empieza a ladrar mucho luego de haber llegado a un nuevo hogar, o cuando algo ha cambiado en su entorno (por ejemplo, la llegada de nuevos vecinos), esta puede ser una señal de extrañamiento o que aún se está adaptando a este nuevo ambiente y los estímulos que allí se presentan.
Por ejemplo, si te mudas con tu perro a un lugar mucho más ruidoso que donde solías vivir, es probable que el exceso de estímulos sonoros haga que tu perro reaccione con más facilidad. Es algo normal y probablemente cesará a medida que tu peludo se habitúe con su nuevo hogar.
Pero es interesante que percibas si hay ruidos intensos que le generan miedo a tu perro. En este caso, es recomendable prepararle un espacio donde pueda estar más tranquilo o incluso un refugio donde pueda protegerse en caso de tormentas, truenos y otros ruidos que suelen resultar agresivos a la audición canina. En este artículo, encuentras varios consejos para ayudar a tu perro a lidiar con el miedo a los ruidos fuertes.
Malas experiencias o traumas
Si has adoptado a un perro callejero o rescatado, y percibes que tu nuevo mejor amigo tiende a mostrarse miedoso o nervioso y reaccionar exageradamente frente a diferentes estímulos, esta puede ser una señal de que tiene un historial de abusos o maltrato.
La exposición constante o prolongada a castigos físicos, contextos de encierro o aislamiento, y otras situaciones violentas puede provocar traumas o fobias en los perros. Quizás, tu perro ladra cuando oye a los vecinos porque ha tenido malas experiencias en un contexto similar. Incluso es posible que algunos ruidos (el de llaves o del ascensor, por ejemplo) le remitan a algún episodio traumático de su pasado.
En estos casos, la mejor manera de ayudar a tu mejor amigo es buscando la orientación de un veterinario experto en etología canina.