Es totalmente normal que un perro se rasque en varias ocasiones todos los días, pero cuando se rasca con demasiada insistencia puede provocarse heridas o alopecia (pérdida de pelo). En esos casos es necesario buscar la causa del problema y adoptar soluciones.
Son muchos los factores que pueden ocasionar prurito o picor en su piel, desde parásitos, hongos, picaduras de insecto o alergias. Debemos examinar meticulosamente su piel en busca de signos como eritema (enrojecimiento), dermatitis, pústulas, úlceras… etc. Veamos en detalle todas las causas posibles y su tratamiento.
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¿Qué hago si mi perro se rasca mucho?
Como hemos comentado, para descartar la existencia de heridas, parásitos, yu otras alteraciones, debemos examinar su piel, apartando su pelo con la ayuda de nuestras manos o de un cepillo, e ir inspeccionando todo el cuerpo.
Estos son los síntomas que debemos buscar:
- Pequeñas picaduras o sarpullidos (granitos)
- Enrojecimiento de la piel (eritema)
- Mal olor
- Ectoparásitos (pulgas, piojos o garrapatas)
- Piel con escamas o exceso de caspa
Si apreciamos cualquiera de estos síntomas, debemos acudir a nuestro veterinario para que realice las pruebas pertinentes y aplique el tratamiento adecuado. No debemos aplicar remedios caseros ni automedicar nunca a nuestro perro.
¿Qué causas pueden producir picor en un perro?
Como hemos comentado, el rascado excesivo en el perro puede deberse al picor provocado por diversas causas, entre las que destacan:
- Alergia alimentaria o estacional
- Parasitación masiva de pulgas o dermatitis provocada por la alergia a las picaduras (DAPP)
- Sarna (parasitación por ácaros)
- Dermatofitosis o malassezia
- Seborrea
- Picadura de insectos o garrapatas
- Dermatitis atópica
Cómo ves, existen muchos factores que pueden provocar picor en la piel de nuestro perro, provocando que se rasque mucho y empeore aún más su situación. En cualquier caso, deberemos acudir al veterinario para que realice una revisión y nos ayude a determinar la causa para poder aplicar el tratamiento adecuado. Veamos con más detalle en qué consiste cada uno. Recuerda que puede tener varias causas y no sólo una, por lo que debes prestar mucha atención cuando lo examines.
Alergias
Las alergias en el perro pueden tener diverso origen, como alimentario o ambiental (estacionales). Suelen provocar irritación en la piel con mucho picor, e incluso dermatitis o inflamación de la piel, ya sea a nivel localizado o generalizado. Aunque puede darse en cualquier parte del cuerpo, afecta especialmente a las patas, el abdomen, el hocico y las orejas. Si el rascado y la irritación son más intensos en esas zonas, es probable que se trate de una alergia.
Picadura de pulgas
Las pulgas son muy pequeñas y rápidas, por lo que es posible que no podamos apreciarlas a simple vista, aunque examinemos concienzudamente a nuestro perro. Para alimentarse pican a nuestro perro y succionan su sangre, lo que en el caso de infestaciones masivas puede provocar mucho picor.
Además, algunos perros presentan alergia a la picadura de las pulgas, lo que da lugar a un cuadro denominado “dermatitis alérgica por picadura de pulgas” (DAPP), con un intenso el prurito e inflamación. Las pulgas pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque suelen localizarse especialmente en el lomo, la cola, el pecho y las zonas cercanas a las orejas.
Infestaciones por ácaros (sarna)
Los ácaros son ectoparásitos que afectan a la piel, provocando una enfermedad denominada como sarna. Se multiplican rápidamente, por lo que en cuestión de días pueden provocar un picor extremo y generalizado en nuestro perro.
Las dos tipos especies de ácaro que afectan de forma más frecuente al perro son Demodex canis, causante de la sarna demodécica, y Sarcoptes scabiei, causante de la sarna sarcóptica. El primero se encuentra de forma habitual en la piel del perro, no suele provocar mucho picor, y generalmente aparece como un problema secundario asociado a un cuadro de inmunodepresión provocado por alguna otra causa. La segunda es más grave, y provoca un prurito intenso y lesiones más serias; además, es zoonótica, por lo que puede transmitirse a los humanos.
Es imprescindible que nuestro veterinario tome muestras y detecte la especie de ácaro que causa el problema y que administre un tratamiento efectivo que solucione el picor de nuestro perro y evite el contagio a otros perros.
Hongos y bacterias
Las bacterias pueden provocar una infección en la piel de nuestro perro, provocando muchísimo picor. Una causa frecuente de dermatitis en el perro es la infección por Staphylococcus aureus, una bacteria saprófita que se encuentra de manera habitual en la piel, pero que en situaciones de inmunodepresión puede causar dermatitis, afectando especialmente al folículo piloso y provocando una foliculitis bacteriana.
La infección por hongos también es una causa habitual del prurito en los perros, provocando enfermedades como la dermatofitosis y la malassezia. Estas infecciones suelen estar asociadas a un olor desagradable y característico.
Mientras que las bacterias pueden afectar a cualquier parte de su piel, los hongos tienden a afectar principalmente a las patas y las orejas, en ocasiones las zonas cercanas a los ojos e incluso las axilas, provocando un picor constante e intenso.
Seborrea
La seborrea es una patología causada por el exceso de acumulación de grasa en la dermis, la cual produce descamación, piel agrietada, caspa y generalmente exceso de suciedad también en las orejas. Puede producirse por una mala alimentación, estrés o por el uso de un champú no apto para perros o por alguna enfermedad dérmica. Provoca mucho picor en la piel de nuestro perro, que hará que se rasque con mucha intensidad.
Picaduras de insectos y garrapatas
Las abejas, avispas, arañas y muchos otros insectos pueden picar a nuestro perro provocando una gran irritación en su piel y, en algunos casos, incluso reacciones alérgicas que precisarán de tratamiento veterinario urgente. Las garrapatas se alimentan también de la sangre de nuestro perro, introduciendo su aparato bucal bajo su piel. Esto produce un picor muy molesto que hará que nuestro perro se rasque mucho.
Además, las garrapatas actúan como vectores de bacterias y virus, pudiendo transmitir diversas enfermedades a nuestro perro, como la erlichiosis o la babesiosis. La única parte positiva de las garrapatas es que se suelen detectar fácilmente debido a su tamaño una vez que están hinchadas de sangre. Extraerlas es relativamente sencillo, siempre que nos aseguremos de extraer también su aparato bucal.
Dermatitis atópica
En otras ocasiones el picor no se debe a ninguna de las causas anteriores, sino a una dermatitis atópica, más frecuente en razas con pliegues en la piel, como el Bulldog, el Shar Pei, el Dogo o el Carlino. Esta enfermedad se debe a una reacción de hipersensibilidad, es decir, una respuesta exagerada del sistema inmunitario por el contacto con diversos alérgenos (como el polen o los ácaros).
Es una enfermedad crónica que puede aparecer en cualquier momento de la vida del animal y que suele tener un componente genético entre sus causas. Para tratarlo, podremos recurrir a la inmunoterapia, a la administración de vacunas específicas frente a los antígenos que causan esta reacción o a una dieta rica en ácidos grasos omega.